martes, 24 de septiembre de 2013

A Dios no se le compra con diezmos

“No te reprendo por tus sacrificios ni por tus holocaustos, que siempre me ofreces. No necesito becerros de tu establo ni machos cabríos de tus apriscos, pues míos son los animales del bosque, y mío también el ganado de los cerros.” (Salmos 50:8-10 NVI)
Dios te ama y por esto te provee.
“Al SEÑOR tu Dios le pertenecen los cielos y lo más alto de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella. Sin embargo, él se encariño con sus antepasados y los amó; y a ti, que eres su descendencia, te eligió de entre todos los pueblos, como lo vemos hoy.” (Deuteronomio 10:14-15 NVI)
Si hoy el te está proveyendo y te ha dado más de lo que imaginaste. Si hoy eres un José sentado en la mesa del concejo del Faraón es simplemente porque te ama.

Muchos piensan que cuando diezman están haciendo una especie de transacción en la que compran la protección de Dios como si se tratase de Vito Corleone. Nada más alejado de la realidad. Nadie puede comprar favores de Dios, y menos con dinero.
“Porque el SEÑOR tu Dios es Dios de dioses y Señor de señores; él es el gran Dios, poderoso y terrible, que no actúa con parcialidad ni acepta sobornos.” (Deuteronomio 10:17 NVI)
No pienses que con tus diezmos y ofrendas estás comprando el favor de Dios. ¿Acaso piensas que Dios es una prostituta a la que compras con tu cochino dinero?

Si piensas que con tu dinerito puedes comprar el favor de Dios, hazte un favor a ti mismo y quémalo. Sí, leíste bien: quémalo. ¿Cómo te atreves a pensar con tu miserable dinero estás comprando el favor del que creó e universo completo? ¿acaso Él necesita tu dinero?
“Del SEÑOR es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuántos lo habitan; porque él la afirmó sobre los mares, la estableció sobre los ríos” (Salmos 24:1-2 NVI)
“Pues míos son los animales del bosque, y mío también el ganado de los cerros” (Salmos 50:10 NVI)
“Mía es la plata, y mío es el oro -afirma el SEÑOR Todopoderoso-.” (Hageo 2:8 NVI)
“Porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de él y para él.” (Colosenses 1:16 NVI)

Si Dios te ha dado, es porque te ama. Luego tu deber como cristiano, creado a la imagen y semejanza de Dios, es dar. Primero provee a tu familia. Luego provee para tu iglesia, luego provee para los necesitados. Dios te puso en este mundo para que seas el factor que equilibra la distribución de ingresos. Tu deber es ser generoso.
“El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.” (1 Timoteo 5:8 NVI)
“La religión pura y sin mancha delante de Dios es ésta: atender a los huérfanos y las viudas en sus aflicciones, y conservarse limpio de la corrupción del mundo.” (Santiago 1:27 NVI)
“Unos dan a manos llenas y reciben más de lo que dan; otros ni sus deudas pagan y acaban en la miseria.” (Proverbios 11:24 NVI)
“Servir al pobre es hacerle un préstamo al SEÑOR; Dios pagará esas buenas acciones” (Proverbios 19:17 NVI)
Hay personas que se quejan. “Es que a mi Dios no me está bendiciedo, el hermano tanto tiene un auto nuevo y yo sigo en transantiago”... ¡baboso! . . . primero agradece la bendición de tener una boca y poder utilizarla para decir estupideces. Y si piensas que haciendo la voluntad de Dios serás bendecido; comienza por lo siguiente:
“No codicies la casa de tu prójimo: No codicies su esposa, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada que le pertenezca.” (Exodo 20:17 NVI)
La mentalidad materialista occidental solo piensa en casas, autos y comodidad. Para justificar la codicia buscan en la Bilbia, y encuentran el siguiente pasaje. “Si cumples todos los preceptos y mandamientos que hoy te he dado, bendito serás en tu casa y bendito serás en el campo...” y luego dicen... “¡eureka!”, y torciendo la escritura dicen “vamos a diezmar para que seamos benditos en la casa y en el campo y Dios nos de un auto nuevo y una casa en el campo”.
“Porque los paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.” (Mateo 6:32-33 NVI)
En lugar de presentar a Dios nuestras necesidades, presentamos nuestra codicia y nuestra envidia.

Ese manipulado pasaje de la biblia hay que leerlo bien. Dice que si cumplimos TODOS los preceptos y mandamientos que nos ordena. . . . ahora me pregunto ¿quien ha cumplido todos los mandamientos?.
“Porque el que cumple con toda la ley pero falla en un solo punto ya es culpable de haberla quebrantado toda. Pues el que dijo 'No cometas adulterio', también dijo 'No mates'. Si no cometes adulterio, pero matas, ya has violado la ley.” (Santiago 2:10-11 NVI)
Por lo tanto nadie puede declarar que con sus acciones se está ganando el favor de Dios. Si Dios te ha puesto como un José en Egipto es llana y simplemente porque te ama, nada más. Eso se llama gracia y misericordia.


Si piensas que Dios no te ha dado lo suficiente en lo material, comienza por agradecer de corazón lo que tienes. Si tienes un auto que quema aceite y le explotan las bujías comienza por dar gracias por ese auto y luego, usando el cerebrito y las manos que Dios te dio... ¡trabaja!. Pide a Dios sabiduría para administrar tus bienes, sabiduría para ejercer bien tu trabajo y agradece cada segundo de tu vida.

Debemos entender que Dios nos da lo que necesitamos y no lo que codiciamos. No me cabe duda de que todos nosotros podemos llegar a ser un José en nuestro trabajo, pero debemos empezar desde el pozo profundo. Todo mérito es de Cristo. Si, es cierto que dios compensa al que da, pero primeramente Dios nos da porque nos ama, luego nosotros damos porque amamos.

"Si reparto entre los pobres, todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso." (1 Corintios 13:3)
"Cada uno debe dar según lo haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría." (2 Corintios 9:7 NVI)
Si das pensando recibir algo a cambio, si das esperando que Dios "multiplique tu ofrenda", entonces eres un idólatra. Asi de simple. Si das esperando que Dios te devuelva los billetes, estás actuando con avaricia, ya que lo haces por amor al dinero.

"Quien ama el dinero, de dinero no se sacia. Quien ama las riquezas nunca tiene suficiente. ¡También esto es absurdo!" (Eclesiastés 5:10 NVI)
"Manténganse libres del amor al dinero, y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: 'Nunca te dejaré; jamás te abandonaré.'" (Hebreos 13:5 NVI)
"Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores." (1 Timoteo 6:10 NVI) 

lunes, 23 de septiembre de 2013

¿Qué es la idolatría?

De alguna forma sabemos que la idolatría es un pecado, que no está bien, pero muchas veces no tenemos claro de que se trata precisamente la idolatría.

Generalmente asociamos idolatría con la veneración y/o adoración de imágenes (santos, vírgenes, crucifijos, etc), asociándolo al segundo mandamiento.
“No te hagas ningún ídolo, ni nada que guarde semejanza con lo que hay arriba en el cielo, ni con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni los adores. Yo, el SEÑOR tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación. Por el contrario, cuando me aman y cumplen mis mandamientos, les muestro mi amor por mil generaciones.” (Éxodo 20:4-6 NVI)
Cuando leemos el Antiguo Testamento, nos damos cuenta de que existe una lucha continua contra la idolatría. Una y otra vez, el pueblo de Israel volvía a los ídolos y se alejaba de ellos, mostrándonos que la tendencia natural del ser humano es hacia la idolatría.

Sabemos entonces que la idolatría tiende a manifestarse en la adoración de objetos, pero tiene una raíz mucho más profunda.

La idolatría siempre implica violencia. Cuando a un idólatra se le ataca o derriba el ídolo, tiende a actuar en forma violenta. Por ejemplo, tomemos el momento en que Gedeón destruyó el altar de Baal.
“Gedeón llevó a diez de sus siervos e hizo lo que el SEÑOR le había ordenado. Pero en lugar de hacerlo de día lo hizo de noche, pues tenía miedo de su familia y de los hombres de la ciudad. 
 Cuando los hombres de la ciudad se levantaron por la mañana, vieron que el altar de Baal estaba destruido, que el poste de la imagen de la diosa Aserá estaba cortado, y que el segundo toro había sido sacrificado sobre el altar recién construido. 
Entonces se preguntaron el uno al otro: '¿Quién habrá hecho esto?' Luego de investigar cuidadosamente llegaron a la conclusión: 'Gedeón, hijo de Joás lo hizo'. Entonces los hombres de la ciudad le exigieron a Joás: 
-Saca a tu hijo, pues debe morir, porque destruyó el altar de Baal y derribó la imagen de Aserá que estaba junto a él.” (Jueces 6:28-30 NVI)
Si piensas que esto ocurría sólo en tiempos antiguos o que se trata solamente de “fanatismo religioso”, observa el comportamiento de los hinchas en un partido de fútbol. De hecho nadie es lo suficientemente estúpido como para quemar una camiseta del equipo contrario sabiendo que no se encuentra a salvo de la barra rival.

Tal como leemos en la historia de Gedeón, sabemos que el idólatra tiene la tendencia a defender a su ídolo, con violencia si es necesario. Es notable como Joás enfrentó este hecho:
“Pero Joás le respondió a todos los que lo amenazaban: 
-¿Acaso van ustedes a defender a Baal? ¿Creen que lo van a salvar? ¡Cualquiera que defienda a Baal, que muera antes del amanecer! Si de veras Baal es un dios, debe poder defenderse de quien destruya su altar” (Jueces 6:31 NVI, énfasis añadido)
El ser humano fue creado para adorar. El ser humano tiene la necesidad implícita de adorar. Esa necesidad de adorar, se experimenta como un vacío en el corazón, el cual desesperadamente trata de llenar.

Debido a la entrada del pecado al mundo, el ser humano no tiene conocimiento de Dios. Aún cuando en su subconsciente tiene la noción de Dios y de alguna forma sabe que ha sido creado y que debe buscar a su creador, existe una barrera consiente, cultural, inducida e incluso muchas veces orgullosa en la cual se escuda para no adorar a Dios.

Cuando el hombre no adora a Dios, buscará llenar ese vacío con cualquier cosa, por absurda que esta parezca, tal como espléndidamente dijo el profeta Isaías:
“El herrero toma una herramienta, y con ella trabaja sobre las brasas; con martillo moldea un ídolo, con la fuerza de su brazo lo forja. Siente hambre, y pierde las fuerzas; no bebe agua, y desfallece.

El carpintero mide con un cordel, hace un boceto con un estilete, lo trabaja con el escoplo y lo traza con el compás. Le da forma humana; le imprime la belleza de un ser humano, para que habite en un santuario.

Derriba los cedros, y escoge un ciprés o un roble, y lo deja crecer entre los árboles del bosque; o planta un pino, que la lluvia hace crecer.
Al hombre le sirve de combustible, y toma una parte para calentarse; enciende un fuego y hornea un pan. Pero también labra un dios y lo adora; hace un ídolo y se postra ante él.
La mitad de la madera la quema en el fuego, sobre esa mitad prepara su comida; asa la carne y se sacia. También se calienta y dice: '¡Ah! Ya voy entrando en calor, mientras contemplo las llamas.'
Con el resto hace un dios, un ídolo; se postra ante él y lo adora. Y suplicante le dice: 'Sálvame, pues tu eres mi dios.'
No saben nada, no entienden nada; sus ojos están velados, y no ven; su mente está cerrada, y no entienden. Les falta conocimiento y entendimiento; no se ponen a pensar ni a decir: 'Usé la mitad para combustible; incluso horneé pan sobre las brasas, asé carne y la comí. ¿Y haré algo abominable con lo que queda? ¿Me postraré ante un pedazo de  madera?'
Se alimentan de cenizas, se dejan engañar por su iluso corazón, no pueden salvarse a sí mismos, ni decir: '¡Lo que tengo a mi diestra es una  mentira!'” (Isaías 44:12-20 NVI)
Hay algo en la conducta del idólatra que me intriga: Aunque se derribe al ídolo, lo volverá a levantar. Si el ídolo es destruido, encontrará un reemplazo. Hay algo en el idólatra que va más allá del objeto. La respuesta está en el libro de Ezequiel:
“Hijo de hombre, estas personas han hecho de su corazón un altar de ídolos malolientes, y a su paso han colocado trampas que los hacen pecar.” (Ezequiel 14:3 NVI)
Tiempo atrás leí un artículo de prensa en el que se explicaba que se había descubierto en los fan boys de Apple que al observar fotografías con los productos de esta marca, se activaban en su cerebro las mismas regiones que están relacionadas con el comportamiento religioso. Es decir, que tanto la adoración de imágenes de santos o vírgenes como el ser fan boy de una marca como Apple (aunque puede ser cualquier otra) está relacionado a la misma zona cerebral. Impresionante, porque concuerda exactamente con lo que dice la Biblia.

Ya sea que se trate de un smartphone, una computadora, un automóvil, una moto, una imagen de San Guchito o de la Virgen de Cachabombo, un líder político, un líder espiritual, un músico, una página web, un telepredicador, una marca de zapatillas, el dinero, uno mismo o cualquier cosa creada; la idolatría reside en la profundidad de la mente del idólatra, en su corazón.

La idolatría es lejos una de las acciones humanas más aborrecidas por Dios. No sólo por el absurdo de la actitud en sí, sino porque coloca a objetos en el lugar que debiera estar ocupado exclusivamente por Dios. Más grave es aún cuando alguien que conoce a Dios se vuelve a la idolatría.
“Porque pueden estar seguros de que nadie que sea avaro (es decir, idólatra), inmoral o impuro tendrá herencia en el reino de Cristo y de Dios” (Efesios 5:5 NVI)
“Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican artes mágicas, los idólatras y todos los mentirosos recibirán como herencia el lago de fuego y azufre. Ésta es la segunda muerte.” (Apocalipsis 21:8 NVI)
La idolatría entorpece al hombre, desordenando las prioridades, desvía el foco de nuestro amor a Dios hacia un objeto inerte, nos hace perder la cordura al obligarnos a mantener un absurdo, nos hace caer en una espiral de autodestrucción al hacernos perder la referencia de lo bueno y lo malo en las leyes de Dios, nos llena de violencia y destruye el amor y la compasión por el prójimo.

Si decidimos entregar nuestro corazón a Jesús, Dios mismo nos ofrece la solución:
“Yo les daré un corazón íntegro, y pondré en ellos un espíritu renovado. Les arrancaré el corazón de piedra que ahora tienen, y pondré en ellos un corazón de carne, para que cumplan mis decretos y pongan en práctica mis leyes. Entonces ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.” (Ezequiel 11:19 NVI, énfasis añadido)
El proceso es doloroso, a nadie le gusta que le arranquen el corazón ni le derriben sus ídolos. Pero el resultado vale la pena. Dios nos promete una vida nueva, abundante y eterna:
“¡Aquí, entre los seres humanos está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, no lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir” (Apocalipsis 21:3-4 NVI) 
En síntesis, la idolatría es una actitud mental, que está mas allá del objeto de adoración. Aunque el objeto desaparezca, la idolatría seguirá ahí, en esa zona específica del cerebro y tarde o temprano el objeto de adoración será reemplazado por otro. Nada se obtiene destruyendo al ídolo, tal como lo demuestra el Antiguo Testamento, sino que es necesario cambiar el corazón, de forma que esa área del cerebro específicamente creada para adorar cumpla la función para la que fue diseñada.

La única forma de lograr esto es entregando el corazón a Jesús, de forma voluntaria y consiente, ya que él ha derramado su sangre con el propósito de limpiarnos y hacernos nuevos, restituyendo nuestra mente y actitud desde dentro en un acto de amor total que nos limpia, purifica, restituye y nos prepara para una eternidad de felicidad.

viernes, 6 de septiembre de 2013

¿Evolución? . . . . ¡mis polainas!

NOTA: Este artículo es parte de un material de estudio para el grupo de pre adolescentes de la escuela dominical donde sirvo. Puede ser utilizado libremente mecionando el lugar de origen.

La historia dice más o menos así:

“Hace miles de millones de años, en algún lugar del planeta apareció una pequeña y solitaria célula.
No es que apareciera por arte de magia, sino que los líquidos que había en ese momento... por esas cosas de la vida.. se mezclaron en las proporciones justas para que se formara una célula.
Con el paso del tiempo esta célula creció y se dividió en dos células, pero una de las dos células resultó con un par de errores de copia, cosas de la vida.
Afortunadamente este error de copia le resultó útil a la nueva célula porque le permitía hacer algo que la primera célula no hacía y esto le permitió vivir por más tiempo.... cosas de la vida
Luego de miles de millones de años las descendientes de la célula superdotada gracias a sus errores de copia habían adquirido capacidades asombrosas como agruparse para formar un organismo más complejo como un pez. Ahora cada célula (siempre por casualidades de la vida) era capaz de hacer una tarea específica como obreros de una fábrica. . . .¡cosas de la vida!
Y así... tan tan.. luego de millones de años y errores de copias de diversa índole, los descendientes de esa célula mal copiada pero suertuda fueron a la luna, a marte y suben fotos a fecebook y se ríen viendo en youtbe videos de gatos mojados.... ¡que cosas de la vida! Lo que hacen los erores.”
No te rías: La mayor parte de las personas de occidente creen en esto. A tal punto que si no eres de los que creen, en el mejor de los casos se burlarán de ti tratándote de estúpido, ignorante, fanático religioso; y en el peor de los casos podrías perder becas universitarias, fondos concursables de investigación, trabajo, posibilidades de trabajar en ciertos medios... en fin.

La teoría de la evolución intenta explicar nuestro origen en base a dos “fuerzas”:
  • Azar (es decir que las cosas ocurren porque sí)
  • Selección Natural (el más fuerte sobrevive)
El azar explica que las cosas simplemente “aparecen”. De hecho, todas las variaciones que hay en la naturaleza la evolución las explica por azar:
  • ¿Por que tenemos pelo?
  • ¿Por que tenemos ojos?
  • ¿Por que no tenemos alas?
  • ¿Por que no podemos respirar debajo del agua?
  • ¿Por que si podemos respirar fuera del agua?
Según la evolución todas estas cosas ocurren ¡por azar! ¡porque si!

La Selección Natural explica cómo se conservan las características nuevas de la siguiente manera:

“Esta nueva característica surgida por azar ¿sirve? . . . si es así se conserva, si no se elimina” . . . Ahora bien, la selección natural no persigue un propósito ya que es un proceso, no una inteligencia.

Por ejemplo:

Supongamos que a un animalito le aparece por azar la capacidad de tener alas y volar. Estas alas le ayudan a escapar de sus enemigos. Como puede escapar de sus enemigos, tendrá mas hijos ya que sus enemigos se comieron a sus hermanos sin alas mientras él volaba por los aires. Ahora sus hijos también tendrán alas.

Para que la Selección Natural funcione, las nuevas características deben traspasarse a los hijos, es decir; debe haber reproducción.

Ah! y lo más importante... todo esto debe ocurrir poco a poco .. durante millones y millones de años.

¿Suena lógico, cierto?. . . de hecho millones de personas lo creen y si tu no lo crees te tratarán de ignorante y religioso.

Bien, hagamos unas preguntas simples:

¿Cómo llega a ser la primera célula? . . . ¿en que momento el revoltijo de líquidos se transforma en algo vivo?

Si la única forma de que una característica se conserve es que la hereden los hijos... y las características se obtienen gradualmente...

¿Cómo pudo actuar la selección natural en una célula que aún no se puede reproducir para que adquiera la capacidad de reproducirse? . . . es el problema del huevo y la gallina . . .

Si lees con cuidado tus libros de estudio, verás que el lenguaje evolucionista está lleno de términos como “apareció”, “surgió”, “emergió” y similares..

Por otro lado. La evolución es superficial al explicar las funciones de un organismo.

Por ejemplo: La evolución dice que hace millones de años a los dinosaurios les crecieron plumas y con el paso de millones de años aprendieron a volar y se convirtieron en pájaros.

Pero para volar se necesita mucho mas que plumas: Se necesitan alas fuertes, músculos especializados, coordinación cerebral, capacidad de orientación, una vista aguda, pulmones especializados... ¡y varios tipos de plumas diferentes entre otras cosas!... Todas ellas sincronizadas y preparadas para trabajar en conjunto y complementarse.

En síntesis: La vida es mucho, mucho más compleja de lo que parece.

En tiempos de Darwin, una célula vista al microscopio se veía como una bolita gelatinosa. Se creía que dentro de esta bolita ocurrían reacciones químicas más o menos complejas que algún día se podrían explicar.

Hoy, gracias a los microscopios electrónicos sabemos que una célula es tanto o más compleja que ¡una ciudad!

Dentro de una célula existen redes de alimentación, de distribución, de retiro de desechos, centrales de reparación de piezas, otras de fabricación y miles de pequeñas máquinas moleculares maravillosamente coordinadas.

Dicho de otro modo: En tiempos de Darwin se pensaba que dentro de la célula había una especie de sopa. Hoy se sabe que en realidad dentro de la célula hay algo más parecido a Manhattan o París.

Una sopa de líquidos revueltos es muy fácil que ocurra por azar. Una ciudad no.

Estamos hablando de una estructura organizada, compleja, exclusiva y los más importante de todo: con un propósito.

Y si vamos caminando por la calle y de pronto encontramos algo complejo, organizado y con utilidad (o propósito) . . . ¿que podemos concluir?
  • A: Apareció nomás. Cosas de la vida.
  • B: Alguien lo diseño y construyó deliberadamente.
Estas tres características juntas: complejidad, propósito y exclusividad delatan inmediatamente un origen especial: una inteligencia.

Si fuéramos de excursión a la montaña y en medio de un valle totalmente solitario encontramos una casita de madera con dos puertas, un par de ventanas, una chimenea y algunos muebles en su interior. ¿Qué podemos observar?
  1. Es compleja. La madera está organizada de tal forma que tenemos una estructura sólida y bien formada. Las puertas funcionan bien. Los muebles son rústicos pero cómodos. Hay habitaciones y la chimenea esta puesta de tal forma que impide que el fuego se propague a la casa.
  2. Es exclusiva: No hay otra en medio del valle.
  3. Tiene un propósito. Claramente tiene una utilidad práctica: Sirve de refugio en medio de la montaña.
¿Que concluimos? ¡Alguien la diseño y la construyó!

Ser evolucionista equivale a decir algo así: Los troncos por azar se agruparon. Al cabo del tiempo los troncos que servían de algo se conservaron mientras los demás fueron llevados por la corriente y blah blah blah

¡Las cosas no ocurren porque si! ¡Todo tiene un origen! ¡Todo tiene una causa y un efecto!

Somos seres complejos, organizados, improbables.

Nuestro planeta es complejo, organizado improbable.

Nuestro sistema solar es complejo, organizado, improbable.

Nuestra galaxia es compleja, organizada, improbable.

Nuestro universo es complejo, organizado, improbable.

¡Todo se rige por leyes y principios! ¡No existe universo sin ley!

Un viejo, ignorado y vilipendiado libro nos dice que alguien creó todas las cosas y dice que las creó con sabiduría.

La Biblia, ese libro ignorado, nos habla de la identidad de alguien con la suficiente sabiduría para diseñar un sistema exquisito, complejo, hermoso


“¡Oh Señor, cuán numerosas son tus obras! 
¡Todas ellas las hiciste con sabiduría!
¡Rebosa la tierra con todas tus criaturas!” (Salmos 104:24)

Mientras más avanza la ciencia, más nos damos cuenta de lo compleja que es la vida, de la precisión con que están regulados los procesos. Todo gobernado por un lenguaje escrito en el ADN dentro de cada célula.

Cuando se analizan las evidencias... no hay espacio para el azar. Una explosión en una imprenta no produce una enciclopedia. Una mente brillante si.


--- Actividades de Grupo ---

La idea es que el lider o maestro estudie este material (y profundice mucho más ya este material no es suficiente), para luego realizar un par de actividades de apoyo para presentar la idea.

Nota importante: El objetivo es llevar a los jóvenes a reflexionaranalizar las ideas propuestas para que, haciendo uso de su libre albedrío, tomen una decisión. Nosotros no estamos para imponer ideas, sino para predicar el evangelio. Que cada quien lo acepte según el llamado de Dios.

1.- La complejidad del ADN (Se requieren letras de fideos para sopa)

  • Entregar a cada joven un peqeño puñado de letras de fideos.
  • Pedir a cada joven que escriba algunas palabras, nombres de animales, personas, etc.
  • Preguntar: ¿que se necesitó para escribir los nombres?  (Poner las letras en orden correcto).
  • Tomar un puñado de letras entre las dos manos, agitarlas y dejarlas caer sobre la mesa. Explicar a los jóvenes que esto es azar.
  • Reflexión: ¿se puede escribir el nombre de un animal dejando caer las letras al azar?
  • Reflexión: ¿cuál es la diferencia entre el orden y el azar?
  • Reflexión: Si quisiera escribir un mensaje complejo, por ejemplo las instrucciones para preparar un plato de spaghetti ¿qué método escogería?
A continuación explicar cómo el ADN contiene millones de instrucciones claras y precisas del tipo “generar la proteína X”, “enviar el CO2 a tal lugar”, color de ojos, posición de los órganos, etc.

Aún si pudiéramos formar palabras simples sólo por azar ¿de donde vinieron las letras?

Leer algunos salmos donde se habla de lo maravilloso que es el organismo (Ej: Salmo 139:14)

2.- La complejidad del organismo (Se requiere un telefono celular al que se pueda extraer la batería, la carcasa y la tarjeta SIM)
  • Desarmar el teléfono celular, separando la batería, SIM, carcasa y todo lo que se pueda extraer y volver a montar fácilmente.
  • Dividir la clase en tantos grupos como piezas del celular hayan quedado.
  • Entregar a cada grupo la pieza del celular.
  • Pedir a cada grupo que haga una llamada telefónica sólo con el trozo de celular que cada grupo tiene.
  • Luego volver a armar el celular y hacer la llamada.
  • Preguntas
  • ¿Sirve que un órgano este sólo?
  • ¿Sirven las alas sin los músculos que las mueven?
  • ¿Sirven los ojos sin el cerebro que procesa las imágenes?
  • ¿Sirven los pulmones si no hay tráquea?
  • ¿Sirve el estómago si no hay boca?
NOTA: Esta actividad también sirve para ilustrar la unidad de la iglesia como cuerpo.

3.- La belleza del mundo (Se requieren bombones o chocolates, uno por joven)
  • Repartir chocolates.
  • Comerlos, saborearlos lentamente, disfrutarlos.
  • Preguntas:
  • ¿por que lo disfrutamos?
  • ¿por que nos gusta la playa, el campo, la montaña?
  • ¿por que encontramos linda la puesta de sol?
  • ¿por que las cosas además de verlas, las disfrutamos?
  • Reflexión: El mundo fue hecho para ser disfrutado. Si fuera por azar, las cosas serían deformes y “sin gracia”. Sin embargo toda la naturaleza está llena de hermosura. 
  • Leer algunos salmos donde se exalta la belleza de la creación.

Información útil (muy documentada) puede encontrarse acáacá


---Material Adicional---

Este es un excelente documental que recomiendo ver:



Y aqui hay otro más: