miércoles, 3 de octubre de 2012

La importancia de leer la Biblia.

"Es imposible esclavizar mental o socialmente a un pueblo que lea la Biblia. Los principios de la Biblia son los cimientos de la libertad humana" (Horace Greeley)

Son tiempos difíciles para ser cristiano. Hoy más que nunca, la apostasía se ha apoderado de la iglesia y es casi imposible encontrar un lugar donde se enseñe la palabra con pureza.

No es de extrañar. Esto estaba profetizado. Desde los tiempos de Isaías, el Señor le habla a una iglesia rebelde y cómoda que ha olvidado el lugar de donde salió y ha entrado en abierta fornicación con los estándares de este mundo.

Lo triste de este tiempo no radica en que no se esté predicando el evangelio. Lo triste de este tiempo radica en que se predica un evangelio a medias, deformado, castrado, acomodado muchas veces para enriquecer al alguno y llevar a la perdición a otros. Se combinan verdades sanas con doctrinas de demonios y los que están hambrientos de Dios terminan alimentándose de comida mezclada con veneno.

¿Cómo discernir una doctrina? ¿cómo reconocer si una enseña es verdadera?

El Señor, en su infinita sabiduría y misericordia, nos ha dejado las escrituras para que aprendamos. Constantemente se nos incentiva no sólo a leer, sino a meditar (es decir a pensar en) la escritura.

Cuando la Torá (nuestro Pentateuco, es decir, los 5 primeros libros de la biblia) fue escrita, su primer "usuario" fue Josué. Cuando Josué toma el mando de la nación de Israel, Dios mismo le ordena mantenerse fiel en el estudio de la naciente palabra:

"Procura que nunca se aparte de tus labios este libro de la ley. Medita en él de día y de noche, para que actúes de acuerdo con todo lo que está escrito en él. Así hará que prospere tu camino, y todo te saldrá bien." (Josué 1:8 RVC)
Nótese que recién se habían escrito 5 de los 66 libros de la biblia y Dios ya esta ordenando su lectura y meditación.

Mucho más adelante, cuando el reino de Israel fue dividido por causa de la idolatría de Salomón, nuevamente el Señor llama la atención de los israelitas, debido a que olvidaron el estudio y la meditación de la escritura.

Tristemente, del mismo modo que ocurre hoy, fue el olvido de la escritura lo que provocó la caída espiritual del pueblo de Dios. Debido a que dejaron la escritura de lado, fueron introducidas muchas doctrinas falsas que alejaron al pueblo de su Dios.

"Hijos de Israel, ¡oigan la palabra del Señor! El Señor ha entablado un pleito contra los habitantes de la tierra, porque ya no hay en la tierra verdad ni misericordia, ni conocimiento de Dios; en cambio abudan el perjurio, la mentira, la muerte, los robos, los adulterios, y homicidio tras homicidio." (Oseas 4:1-2 RVC, énfasis añadido) 

¿No suena familiar esto? ¿Acaso hoy la iglesia no está llena de soborno, mentira, falsos profetas, fornicación, adulterio y un largo etcétera de abominaciones?

Estas cosas ocurren porque la iglesia se ha olvidado de la biblia. Hoy las personas toman la biblia sólo para echarla en un bolso el día domingo y llevarla a la iglesia (si es que la llevan a la iglesia). No hay estudio de la palabra, no hay meditación de la la palabra. El pastor sólo lee un par de versículos para pedir el diezmo y luego la biblia vuelve a su bolso.

"Mi pueblo ha sido destruido porque le faltó conocimiento. Puesto que tú desechaste el conocimiento, yo te desecharé del sacerdocio; puesto que te olvidate de la ley de Dios, también yo me olvidaré de tus hijos." (Oseas 4:6 RVC)
 Necesitamos volver a la escritura. Hoy más que nunca, la única forma de saber si lo que se predica cada domingo en el púlpito es verdadero, es comparándolo con la palabra de Dios. ¿que otro referente tenemos?

Que no te engañen: versículos sueltos no son la palabra. Tal como hago yo en este artículo, puedo citar versículos, pero la verdad debe discernirse a la luz de la escritura. Cuando te citen un versículo, léelo en su contexto. Si es necesario lee el libro completo para entender el porqué de un versículo.

Aprendamos de los cristianos de Berea:

"Éstos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con mucha atención, y todos los días examinaban las Escrituras para ver si era cierto lo que se les anunciaba." (Hechos 17:11 RVC, énfasis añadido)

Y eso es lo que debemos hacer. Examinar la escritura. Será la única forma de saber si tal o cual versículo fue correctamente aplicado. Será la única forma de saber si tal o cual prédica realmente vino del corazón de Dios. Será la única forma de no ser engañados por falsos maestros.

Lo más hermoso de leer la biblia, es que nos acercamos al corazón de Dios y comenzamos a conocerle, y al conocerle comenzamos a amarle ¡hay una gran diferencia entre creer en Dios y amar a Dios!

Porque al final, las cosas pasarán. La iglesia pasará, la apostasía pasará, el juicio pasará y tendremos la eternidad. ¿Crees que la vida eterna es sólo caminar por calles de oro y cruzar puertas de perlas? ¿Acaso no tenemos una recompensa mucho mayor en la eternidad?

"Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado" (Juan 17:3 RVC)
Y conocer a Dios, al infinito en gracia, amor y poder es mayor que todas las cosas, riquezas y filosofías que existan. ¡Qué mejor motivo para leer la biblia todos los días!

Si nunca has leído la biblia ¡empieza ahora!  ... menos facebook, más biblia... menos televisión, más biblia... menos chismes, más biblia...



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