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sábado, 29 de marzo de 2014

Desmitificando a Satanás

sUno de los errores más comunes en el que cae la iglesia es el de mitificar al enemigo de Dios.

Existe en la mayoría de los cristianos (y con mayor razón en quienes no lo son) la errónea creencia de que Satanás reina en el infierno.

Desde pequeños, la imaginería popular nos lleva a creer en la existencia de “un rey bueno” (Dios) y un “rey malo” (Satanás) que se disputan de alguna forma el dominio del mundo. Así, el mito nos lleva a imaginar que el “rey bueno” tiene su trono “en el cielo”, rodeado de nubes y que los ángeles son como pequeños niños gorditos y con alas (otro mito común). Por otro lado, la imaginación popular nos induce a pensar que el “rey malo” tiene, en oposición, su trono en el infierno, un lugar lleno de llamas oculto en alguna caverna en las profundidades de la tierra, donde las personas son torturadas por una tropa de demonios con cuernos y cola.

Esta imagen caricaturesca es tan común, que cualquier personaje con cuernos y cola lo asociamos inmediatamente al “diablo” cuando la realidad, como siempre, es muy distinta y mucho más interesante.

Satanás quiere que le veamos como un rey. Su mayor deseo es ser reconocido como un rey, con autoridad y recibir la adoración que sólo Dios merece.

“Decías en tu corazón: 'Subiré hasta los cielos. ¡Levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios! Gobernaré desde el extremo norte, en el monte de los dioses. Subiré a la cresta de las más altas nubes, seré semejante al Altísimo'” (Isaías 14:13-14 NVI)

Esta sátira, escrita en el libro del profeta Isaías nos revela un hecho a considerar: El deseo de Satanás de ser considerado Dios, de usurpar el lugar de Dios. Por eso le gusta ser mostrado como un rey. Todas esas caricaturas que muestran a Satanás sentado en un trono hecho de calaveras, en las profundidades del infierno no tienen nada de bíblico.

La Biblia nos enseña que Satanás ronda la tierra, es decir, que se mueve desde un lugar a otro.

“Llegó el día en que los ángeles debían hacer acto de presencia ante el SEÑOR, y con ellos se presentó también Satanás. Y el SEÑOR le preguntó:
-¿De dónde vienes?
-Vengo de rondar la tierra, y de recorrerla de un extremo a otro -le respondió Satanás.” (Job 1:6-7 NVI)

Si Satanás realmente fuera un rey ¿por qué debía hacer acto de presencia ante Dios? ¿por qué debía hacerlo junto a los ángeles? Acaso no debería haber enviado a un embajador como lo haría cualquier rey, o bien se presentaría el mismo en una reunión de igual a igual. Aquí ya nos queda claro que existe un sólo rey, no dos reyes uno “bueno” y el otro “malo”.



Esta imagen de Satanás reinando en el infierno, tan popular es falsa. Satanás no tiene idea aún de lo que es el infierno. 



¿Dónde está Satanás?

“A ustedes, él (Jesús) les dio vida cuando aún estaban muertos en sus delitos y pecados, los cuales en otro tiempo practicaron, pues vivían de acuerdo a la corriente de este mundo y en conformidad con el príncipe del poder del aire, que es el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.” (Efesios 2:1-2 RVC, paréntesis agregado)

Acá es un poco más claro, al llamar a Satanás “príncipe”, dejando en claro que se encuentra en un nivel claramente inferior a Dios, quien es el rey. Más aún, sitúa su “feudo” en “el aire”, es decir, en la tierra física, en el mundo donde actualmente vivimos.

“Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo..” (Lucas 10:18)

Jesús nos enseñó que Satanás no gobierna en el infierno. Jesús mismo fue quien más predicó y enseñó sobre el infierno (leer el evangelio de Lucas) y en ningún momento lo señala como el reino de Satanás. Al “reino” (nótese que lo pongo entre comillas) de Satanás se le llama en algunas ocasiones “las tinieblas” haciendo un contraste con el reino de luz que es el reino de Dios.

Y aquí surge otra verdad bíblica: No existen dos fuerzas en oposición una “buena” y otra “mala”. Esa es una mentira muy extendida, la cual es base de muchas filosofías engañosas y de muchos errores religiosos. Así como el silencio es la carencia de sonido, la oscuridad es la ausencia de luz y el frío es la falta de calor; la maldad es la carencia de bondad, no es una fuerza opositora sino que es la ausencia de lo bueno.

“Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va por lugares áridos buscando un descanso. Y al no encontrarlo dice: 'Volveré a mi casa, de donde salí'. Cuando llega, la encuentra barrida y arreglada. Luego va y trae otros siete espíritus más malvados que él, y entran a vivir allí. Así que el estado final de aquella persona resulta peor que el inicial.” (Lucas 11:24-26 NVI)

Si realmente existiera un reino en el infierno, del que Satanás fuera el rey. ¿por qué el espíritu maligno va por lugares áridos? ¿no debería volver a su “command center”, quizá a recibir entrenamiento? ¿por qué llama “su casa” a la persona de donde salió y no al infierno?

Nuevamente, la biblia nos muestra que la realidad es muy diferente a la ficción que nos enseña la religión. El reino de Dios es uno sólo. El hecho de que hoy vivamos en una zona “rebelde”, no significa que vivamos en un reino distinto. Vivimos dentro del “territorio” de Dios, sólo que por ahora estamos en un “barrio peligroso”, pero aún dentro de sus fronteras.

Es más. Satanás no conoce el infierno. Lo aseguro. Satanás no tiene la más mínima idea de lo que es el infierno. ¡menos aún puede ser el “rey” del infierno!

Cuando venga el juicio, Satanás también será juzgado. Como el “lider” de la rebelión recibirá lo que le corresponde.

“¡Pero has sido arrojado al sepulcro, a lo más profundo de la fosa! Los que te ven, te clavan la mirada y reflexionan en cuanto a tu destino: '¿Y éste es el que sacudía a la tierra y hacía temblar a los reinos, el que dejaba el mundo hecho un desierto, el que arrasaba sus ciudades y nunca dejaba libres a los presos?' Todos los reyes de las naciones reposan con honor, cada uno en su tumba. Pero a ti, el sepulcro te ha vomitado como a un vástago repugnante.” (Isaías 14:15-19 NVI)

“A la vista de todos los que te admiran te eché por tierra y te reduje a cenizas. Al verte han quedado espantadas todas las naciones que te conocen. Has llegado a un final terrible, y ya no volverás a existir.” (Ezequiel 28:18-19 NVI)

“El diablo, que los había engañado, será arrojado al lago de fuego y azufre, donde también habían sido arrojados la bestia y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” (Apocalipsis 20:10 NVI)

Satanás no es un rey, Satanás no reina en el infierno. Satanás aún no conoce el infierno y no lo conocerá hasta por lo menos mil años en el futuro (Apocalipsis 20). Tampoco comanda una legión de demonios encargada de torturar a los penitentes como tantas veces lo hemos visto en la TV. Satanás mismo será atormentado por alguien mucho más poderoso que él: Dios. Ese lago de fuego y azufre mencionado en Apocalipsis (personalmente creo que es una metáfora de algo tan terrible que el autor no lo pudo describir con otro ejemplo) es el lugar donde Dios descargará su justa ira.


Esta imagen tan conocida de un pecador siendo castigado en el infierno por una horda de demonios también pertenece a la mitología popular y es absolutamente falsa. El verdadero castigo será el recibir la ira de Dios, la que también recibirán Satanás y los demonios.



Cuando desmitificamos esta alegoría religiosa de los dos reinos, comenzamos a entender no sólo la grandeza y alcance de Dios y su reino; sino que también la posición de autoridad que hemos recibido de parte de Jesús.

También cobra sentido la frase de Jesús: “El que no está conmigo está contra mi” ya que no existe un reino alternativo, no hay un lugar donde haya otro rey con otras leyes.

¿Y que hay del trono de Satanás?

“Escribe al ángel de la iglesia de Pérgamo: Esto dice el que tiene la aguda espada de dos filos: 'Sé dónde vives: allí donde Satanás tiene su trono. Sin embargo sigues fiel a mi nombre.” (Apocalipsis 2:12-13 NVI)

El hecho de tener un trono no te hace rey. Jesús prometió a los apóstoles que se sentarían en 12 tronos. En el “cielo” hay 24 tronos con 24 ancianos que adoran a Dios. Un hombre generalmente tiene su trono frente al televisor. Aquí claramente Jesús se refiere al “trono de Satanás” como el lugar donde, en ese tiempo, Satanás tenía su “base de operaciones”. Puede que actualmente siga ahí, puede que esté en otro lugar; pero sigue siendo en este planeta. Por lo visto la iglesia de Pérgamo se encontraba ahí mismo, dónde las “papas queman” como decimos en mi tierra, y ese lugar no era el infierno; era una ciudad como cualquier otra de su época. La iglesia de Pérgamo decidió permanecer fiel a Dios aún a pesar de estar en un lugar con una fuerte presencia demoníaca.

Dios no obliga. Nos creo con libertad y esa libertad nadie puede quitárnosla. Por lo tanto la decisión final esta en ti mismo. No hay “otro rey” al que puedas servir. Cuando decides no servir al único rey sólo sigues siendo parte “del montón” y estas al mismo nivel de Satanás: ni más arriba, ni más abajo; por lo tanto tendrás el mismo destino. Punto. No hay alternativas, no hay terceras vías. Rechazar a Jesús es un error grave y también estúpido ya que es en el reino de Dios donde todas esas utopías humanas de paz y amor son reales y se cumplen. Lo demás es una quimera, una cortina de humo para distraerte.

No es posible tener los resultados de estar en el reino de Dios sin estar en el reino de Dios. Es imposible. Es como pretender los resultados del ejercicio y la vida sana sin hacer ejercicio y comiendo comida chatarra. Cualquiera que pretenda eso se engaña a si mismo. Pretender un reino de paz, amor y armonía sin Dios es igual de absurdo, por mucho que lo imagines.

lunes, 24 de febrero de 2014

El plan de salvación

NOTA: Este artículo es parte de un material de estudio para el grupo de pre adolescentes de la escuela dominical donde sirvo. Puede ser utilizado libremente mecionando el lugar de origen.


La noche del 27 de febrero de 2010 fue una noche de verano más para muchos chilenos. Esa noche era la clausura del festival de Viña del Mar y muchas personas disfrutaban de sus vacaciones en diferentes lugares de la extensa costa del país.

Aproximadamente a las 3:48 de la madrugada comenzó el desastre. Un terremoto de 8.8 grados afectó al pais, destruyendo gran parte de la infraestructura, causando pánico, derrumbes, accidentes.

Pero lo peor llegaría cerca de 40 minutos después, cuando un devastador tsunami destruyó varias ciudades costeras chilenas. Las localidades de Dichato e Iloca son tristemente célebres por el hecho de haber sido destruidas por el Tsunami.

Lo peor de todo fue que las autoridades no dieron la alerta. La ineptitud del gobierno, la ignorancia del personal, la excesiva confianza, la confusión y otros factores se conjugaron para que en lugar de emitir la alerta de tsunami se hiciera un llamado a la calma. Muchas vidas se habrían salvado si hubieran sido avisadas de antemano del peligro que venía.

Pongámonos en el otro extremo: ¿Que habría pasado si la gente hubiese sido avisada, pero no hubiese hecho caso? De todos modos habríamos tenido una tragedia.

Por lo tanto, para salvar vidas se necesitan a lo menos 3 componentes:
  • Un medio para salvar vidas (en este caso la huida a un lugar alto).
  • Un aviso del peligro que se avecina y del medio para salvarse.
  • La obediencia de la(s) persona(s) que están siendo avisadas.
En el tiempo antiguo, la maldad y corrupción de la creación había llegado a tal extremo, que Dios debió tomar una decisión drástica: Hacer borrón y cuenta nueva. Sabemos que Dios es amoroso y paciente, por lo que concluimos que el nivel de maldad debe haber llegado a un nivel realmente insoportable.

Sabemos que en ese tiempo, la corrupción había alcanzado por lo menos los siguientes ámbitos:
    • Corrupción de la naturaleza: Animales, plantas, la tierra en si misma.
    • Corrupción genética del hombre (por los Hijos de Dios que tuvieron hijos con las hijas de los hombres).
    •  Corrupción mental del hombre (todo pensamiento era de continuo al mal).

"Al ver el SEÑOR que la maldad del ser humano en la tierra era muy grande, y que todos sus pensamientos tendían siempre hacia el mal, se arrepintió de haber hecho al ser humano en la tierra, y le dolió en el corazón" (Génesis 6:5 NVI)

Este es uno de los pasajes más tristes de la Biblia. Sinceramente, aún conociendo la maldad del mundo actual, me cuesta imaginar la maldad tan extrema que deben haber tenido esas personas, para hacer que Dios se arrepintiera de haber creado a los seres humanos.

Noé fue el único hombre que Dios encontró justo en sus generaciones. La biblia lo describe como un hombre íntegro, que pese a la maldad de su entorno supo ser fiel a Dios. Dios tuvo en cuenta esto y decidió salvar su vida.
"Noé era un hombre justo y honrado entre su gente. Siempre anduvo fielmente con Dios. Tuvo tres hijos: Sem, Cam y Jafet. Pero Dios vio que la tierra estaba corrompida y llena de violencia. Al ver Dios tanta corrupción en la tierra, y tanta perversión en la gente, le dijo a Noé: 'He decidido acabar con toda la gente, pues por causa de ella la tierra está llena de violencia. Así que voy a destruir a la gente junto con la tierra."(Génesis 6:9-13 NVI)

Al leer la Biblia, he observado que existe un límite de maldad en el ser humano tras el cual parece no haber forma de que llegue el arrepentimiento. Le llamo "el punto sin retorno", en el cual la dureza del corazón ha llegado a tal extremo que es imposible que las personas se arrepientan.

Dios le dio a Noé instrucciones exactas de lo que debía hacer. Si le hubiese dicho simplemente "Hazte un arca" probablemente Noé la hubiese construido de piedra, o quizá de madera pero no la hubiese sellado. Dios le dio instrucciones acerca de:
    • El material (Madera resinosa).
    • La estructura (Tres pisos internos con compartimientos).
    • La aislación (Brea por dentro y por fuera).
    • Las medidas (140 metros de largo, 23 de ancho y 14 de alto aprox).
    • La carga (Toda clase de alimento).
    • Los pasajeros (Noé y su familia, animales de toda especie).

Nota interesante: Se ha descubierto que las proporciones de la medida del arca le hacen imposible de volcar.

Si Noé hubiese desobedecido en uno de estos puntos no se hubiera podido salvar.
    • ¿Qué hubiera pasado si en lugar de madera resinosa hubiese usado otro tipo de madera?
    • ¿Si no hubiese hecho compartimientos?
    • ¿Si no hubiese aislado completamente el arca?
    • ¿Si la hubiese hecho de otras medidas?
    • ¿Si no hubiese llevado alimento?
    • ¿Si no hubiese subido toda la familia de Noé o todos los animales?

Noé obedeció fielmente las instrucciones de Dios y logró salvar a su familia y dar continuidad a la vida en la tierra. Los tres factores de salvación estuvieron presentes para que Noé y su familia se pudieran salvar del terrible desastre que destruyó al mundo antiguo.

Viene otro desastre:
"Arrasaré por completo
cuanto hay sobre la faz de la tierra -afirma el SEÑOR-.
Arrasaré con hombres y animales,
con las aves del cielo,
con los peces del mar,
con ídolos e impíos por igual.
Exterminaré al hombre
de sobre la faz de la tierra. -afirma el SEÑOR-" (Sofonías 1:2-3 NVI)

Sabemos que la causa de la destrucción no es un capricho de Dios, sino que la maldad del ser humano crece hasta niveles tales que corrompe a la creación. Hoy en día el afán de dinero y la maldad del hombre le ha llevado incluso a hacer alteraciones genéticas a la naturaleza. ¿No estaremos llegando al punto de corromper toda carne sobre la tierra?

"La venida del Hijo del Hombre será como en los tiempos de Noé" (Mateo 24:37 NVI) 

Hemos acumulado maldad sobre maldad, y el desastre se nos viene encima. Dios nos ha estado avisando por lo menos durante los últimos 3000 años, de forma que nadie diga que no se le avisó.

"Ya se acerca el gran día del SEÑOR; a toda prisa se acerca.
El estruendo del día del SEÑOR será amargo, y aún el más valiente gritará.
Día de ira será aquel día , día de acoso y de angustia, día de devastación y ruina, día de tinieblas y penumbra, día de niebla y densos nubarrones, día de trompeta y grito de batalla contra las ciudades fortificadas, contra los altos bastiones.
De tal manera acosaré a los hombres que andarán como ciegos porque pecaron contra el SEÑOR. Su sangre será como y polvo y sus entrañas como estiércol.
No los podrán librar ni su plata ni su oro en el día de la ira del SEÑOR.
En el fuego de su celo será toda la tierra consumida; en un instante reducirá a nada a todos los habitantes de la tierra." (Sofonías 1:14-18 NVI) 

La biblia contiene muchos avisos como este.

Debemos tener en mente algo muy importante: Siempre nos asustan con que "el diablo nos va a llevar", pero en realidad, de lo que debemos estar a salvo es de la ira de Dios. Éste es el mayor peligro que enfrentamos.

"No teman a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma. Teman más bien al que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno" (Mateo 10:28 NVI) 

Apocalipsis nos describe la ira de Dios como un lago de fuego y azufre. Sea como sea, debe ser el lugar más terrible que jamás vaya a existir. A tal punto que el diablo mismo será arrojado ahí.

"El diablo, que los había engañado, será arrojado al lago de fuego y azufre, donde también habrán sido arrojados la bestia y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos." (Apocalipsis 20:10 NVI, énfasis añadido)

Pero también, tristemente, muchas personas también serán arrojadas ahí

"Aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era arrojado al lago de fuego" (Apocalipsis 20:15 NVI) 

Las personas serán arrojadas al lago de fuego. Satanás mismo será arrojado al lago de fuego. No vendrá un ángel que amablemente le diga "Señor don Lucifer, tenga la bondad de entrar a este lago de fuego". Serán arrojados porque no querrán entrar por si mismos. Este destino es tan terrible, que creo que la biblia se "queda corta" al explicar los temibles sufrimientos de la ira de Dios.

"Terrible cosa es caer en las manos del Dios vivo" (Hebreos 10:31 NVI) 

Tal como ocurrió con Noé, Dios ha decidido dar un medio de salvación para la ira que se nos viene encima. Del mismo modo que las instrucciones para construir el arca, Dios nos da instrucciones para entrar en el "arca de salvación" que Él mismo ha construido para nosotros.

"Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él." (Juan 3:16-17 NVI) 

Creo sinceramente que cuando Noé contruyó el arca no comprendía con toda claridad lo que estaba haciendo. Noé no era un marinero y en su tiempo no existía la lluvia. Quizá no entendió la palabra diluvio de la misma forma que la entendemos nosotros, pero estoy seguro que comprendió el sentido de urgencia y el peligro inminente que se avecinaba.

Hoy la humanidad está en peligro. El cambio climático, el terrorismo, las epidemias, el hambre, las drogas, las guerras... son cosa de niñas cuando las comparamos al enfrentarse a la ira de Dios. De todos los peligros que enfrenta el ser humano hay sólo uno que es eterno y debe ser enfrentado.

Los avisos han sido dados. Hombres y mujeres de Dios han predicado por lo menos durante los últimos 3000 años acerca del peligro inminente y por lo menos los últimos 2000 años sobre lo necesario para escapar de ese peligro.

Quizá pareciera que ha pasado mucho tiempo. Desde que era niño he escuchado estas cosas, y así ha sido por generaciones. Algunos se han dado por vencidos, pensando que la ira de Dios no viene, otros se ríen alegando que se trata de fábulas y se burlan.

"Ante todo, deben saber que en los últimos días vendrá gente burlona que, siguiendo sus malos deseos, se mofará: '¿Qué hubo de esa promesa de su venida? Nuestros padres murieron, y nada ha cambiado desde el principio de la creación' Pero intencionalmente olvidan que desde los tiempos antiguos , por la palabra de Dios existía el cielo y también la tierra, que surgió del agua y mediante el agua, el mundo de aquel entonces pereció inundado. Y ahora, por esa misma palabra, el cielo y la tierra están guardados para el fuego, reservados para el día del juicio y de la destrucción de los impíos.
Pero no olviden, queridos hermanos, que para el Señor un día es como mil años y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes porque no quiere que nadie perezca, sino que todos ustedes se arrepientan." (2 Pedro 3:3-9 NVI, énfasis añadido) 

Amigo, viene un desastre terrible, y a Dios lo que más le interesa es salvarte. Pero no va a meterte a la fuerza al arca. Debes obedecer por tí mismo las instrucciones de salvataje. Quizá no hay tiempo de comprender bien como funciona todo. Yo mismo no entiendo del todo cómo funciona la salvación. Comprendo que las instrucciones son precisas y he decidido obedecerlas:

"Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos." (Hechos 16:31)

Amigo, el ir a la iglesia no nos salva, el ser hijo de cristianos no nos salva, el saber de memoria las "canciones de la iglesia" no nos salva, el tocar la guitarra en la banda de la iglesia no nos salva, el danzar no nos salva, el escribir estudios bíblicos no nos salva, el predicar no nos salva... Sólo la fe en Jesucristo nos lleva a la salvación. Jesús nos demanda arrepentimiento y una entrega total, de corazón.

"Desde entonces comenzó Jesús a predicar: 'Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca'" (Mateo 4:17)
"No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencia, pero yo me fijo en el corazón" (1 Samuel 16:7)

Las puertas de la salvación están abiertas de par en par, el arca está dispuesta y sólo depende de tí el entrar o quedarte fuera. Tengo noticias para ti: La vida es eterna. Tú decides donde quieres pasarla.

sábado, 11 de enero de 2014

El mundo antiguo: Los dinosaurios y la Biblia


NOTA: Este artículo es parte de un material de estudio para el grupo de pre adolescentes de la escuela dominical donde sirvo. Puede ser utilizado libremente mecionando el lugar de origen.

¿Cuál es la palabra que pone más incómodo a un cristiano? ¿diablo? ¿pecado? ¿sexo? ¿rock? . . . ninguna de las anteriores.... la palabra que más incomodo pone a un cristiano es : dinosaurio.

¿no me crees? . . . haz la siguiente pregunta a un cristiano: “¿si la Biblia es verdad, qué hay de los dinosaurios?” . . . y verás a lo que me refiero.

Tristemente, el miedo en muchos casos, y la ignorancia en la mayoría; hace que un cristiano enfrentado a la palabra “dinosaurio” se vea entre la espada y la pared. No puede negar la evidencia de semejantes huesos petrificados, pero tampoco puede admitir que la Biblia contenga errores o sea una fábula.

Muchos “hombres de ciencia” simplemente bailan de alegría al haber encontrado un arma formidable contra los argumentos bíblicos. Un cristiano poco preparado (que son la mayoría) se encontrará frente a una paradoja lógica que lo dejará indefenso ante un ataque enemigo y en el peor de los casos puede ver seriamente afectada su fe.


“Darwin hizo posible el ser un ateo intelectualmente satisfecho.” (Richard Dawkins)

Pero, el asunto no es tan simple. Uno de los llamados más importantes que nos hace la biblia es leerla. El otro llamado en orden de importancia es meditar en ella.

Un hombre que lee y medita en la Biblia, estará preparado para responder preguntas complejas. El objetivo final es la salvación de la persona. El pensar en ganar una batalla intelectual es inútil y además un acto de soberbia.

Debemos exponer nuestros argumentos con humildad, rogando que la persona que nos escuche sea tocado por el Espíritu Santo y se arrepienta. Nuestra misión no es convencer, sino predicar el Evangelio.


“Estén siempre preparados para responder a todo el que le pida razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con gentileza y respeto, manteniendo la conciencia limpia, para que los que hablan mal de la buena conducta de ustedes en Cristo, se avergüencen de sus calumnias” (1 Pedro 3:15-16)

Es importante, estar preparado. Primero en el conocimiento de Dios, luego en el conocimiento humano. Si despreciamos cualquiera de los dos, no estaremos preparados para presentar el evangelio.


“Pues por falta de conocimiento mi pueblo ha sido destruido” (Oseas 4:6)

Una pregunta incómoda, puede poner a un cristiano “contra las cuerdas” y, en el peor de los casos, literalmente destruir su fe. Por eso es importante estar preparados.


“Tratar de sofocar la crítica de las Escrituras con el grito de '¡la Biblia es la palabra de Dios!' sólo sirve para excitar la desconfianza por parte de indagadores serios y sinceros.” (Sir Robert Anderson)

Lo primero que debemos saber es que la palabra dinosaurio es una palabra relativamente reciente: Fue acuñada por el paleontólogo británico Richard Owen combinando las palabras griegas deinos (terrible) y sauros (lagarto). No obstante ya existía una palabra antigua para describir a los lagartos gigantes: Dragón.

La palabra dragón viene del latín draco que significa reptil, pero también significa guardián, vigilante. Esta era la palabra utilizada en la antigüedad para referirse a “grandes lagartos”, y es muy importante tener en cuenta que en base a lo que describen, las palabras dragón y dinosaurio son sinónimos.

Leamos ahora un trozo de la Biblia, en una traducción anterior a la invención de la palabra dinosaurio.


“Y dijo Dios: Produzcan las aguas gran cantidad de criaturas de alma viviente, y aves que vuelen sobre la tierra, sobre la faz del extendimiento de los cielos.Y creó Dios los grandes dragones, y todo animal que vive , que las aguas produjeron según sus naturalezas, y toda ave de alas según su naturaleza; y vio Dios que era bueno.” (Génesis 1:20 – 22, Biblia de Reina 1569)

Lo que si lo actualizamos libremente, quitando todo prejuicio de por medio quedaría así.


“Y dijo el SEÑOR: Que las aguas produzcan gran cantidad de seres vivientes y aves que vuelen sobre la tierra, sobre la extensión de los cielos. Y creó Dios a los grandes dinosaurios y a todo animal viviente que produjeron las aguas según su especie, y todo animal alado según su especie; y vio el SEÑOR que esto era bueno” (Génesis 1:20-22, traducción libre)

Otras versiones ponen (más que nada por un prejuicio post-darwiniano) “monstruos marinos”, “grandes ballenas” o “los grandes animales marinos” . . . Todas apuntan a lo mismo: Dios creó animales grandes, gigantes.

El mundo descrito por la Biblia en los días previos al diluvio, tiene otras características interesantes:

- No había lluvia.

“Mas subía de la tierra un vapor , que regaba toda la faz de la tierra” (Génesis 2:6) Otras versiones ponen manantial donde dice vapor.
- Existía una densa capa de agua en la atmósfera

“Dios hizo el firmamento y separó las aguas que están abajo de las aguas que están arriba” (Génesis 1:7)


- En un comienzo, todos se alimentaban exclusivamente de vegetales

“Yo les doy de la tierra todas las plantas que producen semilla y todos los árboles que dan fruto con semilla; todo esto les servirá de alimento. Y doy la hierba verde como alimento a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo y a todos los seres vivientes que se arrastran por la tierra” (Génesis 1:29-30)

Podemos ver un mundo muy distinto al que conocemos. Es de notar el hecho de una gran cantidad de agua en la atmósfera que probablemente produciría un efecto invernadero, el cual haría que el clima fuese parejo, templado, húmedo, y con vegetación sumamente abundante.

Luego de la caída del ser humano, comienzan a cambiar las cosas. La maldad llega a tal punto que corroe hasta a los animales.

“Pero Dios vio que la tierra estaba corrompida y llena de violencia. Al ver Dios tanta corrupción en la tierra, y tanta perversión en la gente...” (Génesis 6:11-12 NVI)

Otra versión dice:

“Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra” (RV60)

Un libro de tradición Judía, el “Libro de los Jubileos”, aporta otros pequeños detalles:

“Creció entonces la iniquidad sobre la tierra, y todos los mortales corrompieron su conducta, desde los hombres hasta los animales, bestias, aves y reptiles. Todos corrompieron su conducta y norma, empezaron a devorarse mutuamente, creció la iniquidad sobre la tierra y los pensamientos conscientes de todos los hijos de los hombres eran malvados siempre.
Miró entonces el Señor a la tierra, y he aquí que todo estaba corrompido, que todo mortal había desviado su norma, y que todos cuantos había en la tierra hacían mal ante sus ojos...” (Libro de los Jubileos 5:2-3)

¿Puedes verlo? . . .¡es muy claro!

El mundo antiguo, después de la caída y antes del diluvio era: Húmedo, templado, con densa vegetación, un clima parejo. Grandes animales, gigantescos reptiles, que se devoraban unos a otros, y una humanidad corrupta, malvada. Un auténtico "Jurassic Park", pero en serio. La realidad siempre supera a la ficción.

“Cuando los seres humanos comenzaron a multiplicarse sobre la tierra y tuvieron hijas, los hijos de Dios vieron que las hijas de los seres humanos eran hermosas. Entonces tomaron como mujeres a todas las que desearon.” (Génesis 6:1-2 NVI)
“Al unirse los hijos de Dios con las hijas de los seres humanos y tener hijos con ellas, nacieron gigantes, que fueron los famosos héroes de antaño. A partir de entonces hubo gigantes sobre la tierra.” (Génesis 6:4 NVI, énfasis añadido)

Es en este escenario que viene el desastre. Un desastre de tal magnitud, que la tierra cambió completamente, tanto es estructura como en forma de vida.

Es interesante ver cómo el relato bíblico coincide tan perfectamente con lo que la ciencia nos dice. Salvo en un punto: el lapso de tiempo. La Biblia nos habla de un período relativamente breve, la ciencia de millones y cientos de millones de años.

El diluvio fue un cataclismo enorme. La Biblia lo describe como una inundación donde el agua viene de abajo y de arriba:

“Cuando Noé tenía seiscientos años, precisamente en el día diecisiete del mes segundo, se reventaron las fuentes del mar profundo y se abrieron las compuertas del cielo.” (Génesis 7:11)

Es difícil determinar la magnitud de este hecho. Algunos estudiosos piensan que incluso fue en este cataclismo que la tierra inclinó su eje los 23º27' que tiene. La Biblia lo describe como una gran inundación porque ¡fue lo que Noé vio por la ventana!, pero sin lugar a dudas se trató de un cataclismo enorme, poderoso, destructivo y difícil de explicar.

Este mundo antiguo fue destruido. Cuando Noé salió del arca, se encontró con una nueva tierra.

- A partir de entonces habría lluvia (Génesis 9:11-16)

Dios estableció el Arco Iris como señal de su pacto: Ya no existe en el cielo la cantidad suficiente de agua como para cubrir toda la tierra. Antes del diluvio no había lluvia; por lo que no había arco iris. Por eso Dios lo eligió como señal de su pacto, ya que aunque a partir de ese momento caería la lluvia, ésta no sería suficiente como para cubrir toda la tierra.

- Cambió la dieta. A partir de entonces los humanos comemos carne

“Todo lo que se mueve y tiene vida, al igual que las verduras, les servirá de alimento” (Génesis 9:3)

- Dios comienza a entregar la Ley, dando a entender que existe un comportamiento cultural que debe estar sobre el instinto (Génesis 9:4 – 6)

- El año comienza a dividirse en estaciones (Esto es lo que hace pensar que fue durante el diluvio que se inclinó el eje de la tierra)

“Mientras la tierra exista, habrá siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, y días y noches” (Génesis 8:22)

Hay mucho más... esto es sólo la punta del Iceberg. Muchas personas en la iglesia simplemente esquivan estos temas, no se por qué.

Pero esto es importante: Las respuestas están en la Biblia. Sólo hay que escarbar un poco.

Me entristece mucho el ver cómo los jóvenes dedican tanto tiempo a facebook, tweeter, wathsapp, la tv y muchas cosas, mientras desprecian el estudio de la Biblia. Si tan sólo dedicaran ¡1 hora de estudio intenso a la semana! Tendrían un conocimiento bíblico insuperable. Con 1 hora de estudio diario, cambiarían el destino de nuestro país.


Información adicional:

Se han encontrado restos de dinosaurio con tejido blando perfectamente conservado. El tejido blando (carne, piel, tendones, órganos internos, etc.) se descompone rápidamente y puede conservarse en el mejor de los casos un par de miles de años. Estos descubrimientos ponen una seria duda a la cronología convencional que coloca a los dinosaurios en millones de años atrás.

Más información acá y acá

El libro de Job menciona un animal con la cola ancha como un cedro. Tal animal es llamado Behemot (Job 40:15-24). Algunos estudiosos piensan que se trata de un elefante, pero la descripción encaja con un animal mucho mayor. ¿un braquiosaurio?

También menciona otro animal marino: El Leviatán, el cual es un pez o reptil marino de piel muy dura, enrome, poderoso y con grandes dientes. Estudiosos piensan que podría tratarse de un cocodrilo, pero el animal descrito es mucho más feroz, grande y poderoso . . ¿un sarcosuchus o un liopleurodón

Dejo este documental, llamado ¿Dragones o Dinosaurios? que explora un poco más en profundidad este tema. La ciencia es la búsqueda de la verdad por medio de la evidencia. Debemos seguir esa evidencia nos guste o no el lugar a donde nos dirige. Jesús nos dijo que la verdad nos hará libres. Es hora de dejar los prejuicios de lado y ver hasta dónde nos lleva la evidencia.






martes, 24 de diciembre de 2013

¿Para qué nació Jesús?

“Porque ni aún el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos” (Marcos 10:45 NVI)

Cuando Dios creó el mundo, todo estaba en armonía, tanto entre los seres creados como entre el hombre y su creador.

El pecado de Adán tornó a la humanidad entera en abierta rebelión contra Dios, e introdujo la muerte y la destrucción al universo. Cuesta entender cómo una acción tan simple como el comer de un fruto tuviera tantas consecuencias; pero no debe sorprendernos que hasta el día de hoy, los delincuentes se justifiquen a sí mismos en base a lo “simple” de sus acciones. El problema de fondo es que simplemente no sabemos medir las consecuencias de nuestros actos.

Entendiendo esto, podemos ver que el estado actual de las cosas es imposible de solucionar. En realidad sabemos que no existe ni doctrina, ni filosofía, ni gobierno ni autoridad que pueda restituir el mundo a su estado original. Por más que nos esforcemos en poner en práctica las más hermosas utopías, el resultado final siempre será el mismo: corrupción, abusos, muertes, etc.

Nadie mejor que Dios comprende este hecho; y fue por eso que Él mismo decidió proporcionar la solución a tan tremendo disparate causado por el hombre, fue en Edén mismo que Dios le dijo a Satanás:

“Pondré enemistad entre tu y la mujer, y entre tu simiente y la de ella; su simiente te aplastará la cabeza, pero tu le morderás el talón.” (Génesis 3:15 NVI)

Dios dijo que en algún momento futuro (para aquel entonces), nacería alguien de la mujer que derrotaría a Satanás aplastándole la cabeza, aún cuando recibiría un daño en el proceso.

Cuando leemos la Biblia y estudiamos la historia del mundo, nos damos cuenta que desde entonces la historia humana ha estado llena de guerras, muertes, plagas, traiciones, abusos, insensatez y tragedias.

Este estado de cosas es patente, y no hace falta ser un genio o un teólogo para darse cuenta que este mundo necesita arreglo, la Biblia lo expresa en estos simples términos:

“Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto.” (Romanos 8:22 NVI)

Dios prometió que arreglaría esto. Pero no sería una reparación simple.

Cuando la humanidad estaba en su infancia necesitó reglas estrictas a fin de tener un camino que le mantuviera viva; luego en un momento clave de la historia; el salvador prometido en el Edén vino a este mundo. El profeta Isaías, que vivió casi mil años antes de Jesús, lo describió de una forma magistral, como si hubiera visto el nacimiento con sus propios ojos:

“Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.” (Isaías 9:6 NVI)

Este hombre, “simiente de mujer” sería no sólo quien vencería a Satanás aplastándole la cabeza, sino que sería capaz de volver a poner el orden en el universo y gobernaría la tierra con justicia y paz.

“Él juzgará entre las naciones y será árbitro de muchos pueblos. Convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces. No levantará espada nación contra nación, y nunca más se adiestrarán para la guerra.” (Isaías 2:4 NVI)

“El lobo vivirá con el cordero, el leopardo andará con el cabrito, y juntos andarán el ternero y el cachorro de león, y un niño pequeño los guiará. La vaca pastará con la osa, sus crías se echarán juntas, y el león comerá paja como el buey. Jugará el niño de pecho junto a la cueva de la cobra, y el recién destetado meterá la mano en el nido de la víbora. No harán ningún estrago en todo mi monte santo, porque rebosará la tierra con el conocimiento del SEÑOR como rebosa el mar con sus aguas.” (Isaías 11:6-9 NVI)

Esta tarea no sería un paseo por el campo. El enviado de Dios nació en un hogar pobre y debió escapar a muy temprana a edad porque querían asesinarlo. Creció como cualquiera de nosotros. Quizá se enfermó cuando niño, quizá tuvo fiebre, quizá pasó frío, fue vulnerable y frágil, se vio sometido a tentaciones y quizá cometió alguna travesura.

El enviado de Dios, creció como un hombre, y vivió una vida ejemplar. Nos dio las enseñanzas más sensatas que jamás podríamos haber recibido, y fue el más generoso de todos ya que teniendo un poder impresionante, nunca lo usó en favor propio. En resumen, vivió una vida perfecta ante los ojos de Dios, la vida que ni tú ni yo jamás podremos vivir y, una vez llegado el tiempo, presentó esa vida como sacrificio para que su sangre fuera derramada en lugar de la nuestra; a fin de cumplir la condena que Dios, como parte injuriada en este juicio celestial, demandaba de nuestra parte.

Jesús vino a vencer a Satanás, a deshacer la obra de destrucción que el hombre comenzó, a enseñarnos normas básicas de vida para tener paz y civilización, a sanar, a amar, y encima de todo esto a reconciliarnos con Dios.

“El Espíritu del SEÑOR omnipotente está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar las buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar la liberación de los cautivos y libertad a los prisioneros, a pregonar el año del favor del SEÑOR y el día de la venganza de nuestro Dios, a consolar a todos los que están de duelo, y a confortar a los dolientes de Sión.” (Isaías 61:1-3 NVI)
“Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación: esto es, que en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación.” (2 Corintios 5:19 NVI)

Jesús vino a darnos las respuestas finales, a darnos la paz que tanto anhelamos, a reconciliarnos con Dios, a prepararnos un hogar eterno.

En realidad, sabemos de sobra que Jesús no nació un 25 de diciembre, y sabemos que no hay árboles adornados ni viejos de rojo de por medio. Pero... ¿que importa?

Lo que importa es esto: Jesús puede nacer hoy en tu corazón, si así lo quieres. Espero de todo corazón que puedas comprender que sin Jesús no hay reconciliación con Dios, y por lo tanto no hay paz.

Hoy es el día de tu salvación, hoy es el día en que puedes decir: “Jesús, quiero obedecerte. Dios, perdóname porque estoy en rebelión contra ti”. Eso es en realidad lo único que Dios espera de nosotros. ¿qué te lo impide?

Feliz Navidad!

sábado, 26 de octubre de 2013

¿Por que no celebraremos Halloween?

NOTA: Este artículo es un material preparado para el grupo de pre adolescentes de la escuela dominical donde sirvo. Puede ser utilizado libremente mecionando el lugar de origen.

"Cuando uno tiene claro quién es y a dónde va.. entonces sabe qué debe y qué no debe hacer."

Antes de que existiera nuestro universo, ya existía Dios; y Jesús estaba con Él. Jesús es el Hijo de Dios, por lo tanto es Dios. Por medio de Jesús fue creado el universo, las galaxias, la tierra y todo lo que hay en ella.

"En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios. 
Él estaba con Dios en el principio. Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir. 
En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla" (Juan 1:1-5 NVI)

Luego, la humanidad se rebeló; entro el pecado y la muerte, de modo que quedamos completamente alejados de Dios. Pasamos de la luz a la oscuridad.

"Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron." (Romanos 5:12 NVI)
"...pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios..." (Romanos 3:23 NVI) 

No obstante, Dios nos ama tanto, que envió a su Hijo (a sí mismo) a este mundo; para enseñarnos como vivir, para pagar nuestros pecados y para que ya no estemos privados de la gloria de Dios, es decir; para que volvamos a vivir en la luz.

“Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al Mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.” (Juan 3:16-17 NVI) 
Aún así; hay personas que han rechazado a Jesús. Estas personas prefieren la oscuridad del pecado y la muerte en lugar de la luz de Dios, y por lo tanto se han condenado a sí mismas.

"Ésta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, pero la humanidad prefirió las tinieblas a la luz, porque sus hechos eran perversos." (Juan 3:19 NVI)

Pero a los que han creído en Jesús, se les ha dado una nueva naturaleza: La de ser hijos de Dios. Por lo tanto, si creemos en Jesús, si nos hemos sometido a Él, ahora ya no somos hijos de la oscuridad y de la muerte, sino hijos de Luz.

"Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios." (Juan 1:12 NVI)

Halloween es una fiesta que celebra la oscuridad. Su carácter gira en torno a los hechos de la oscuridad y lo que ella representa: la muerte.

Un grupo de hijos de luz que celebran una fiesta de oscuridad es un absurdo tan risible e idiota como un grupo de veganos que se juntan a celebrar una parrillada de lomo vetado o un grupo de abstemios que celebran la oktoberfest.

"Pues todo el que hace lo malo aborrece la luz, y no se acerca a ella por temor a que sus obras queden al descubierto. En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios." (Juan 3:20-21 NVI)

También debemos recordar que Jesús es vida.

Cuando la humanidad se rebeló contra Dios, pasó de la vida eterna a la muerte eterna. Cuando Dios nos mira, nos ve como si estuviéramos muertos, de modo que es imposible que podamos siquiera coversar con Él. Pero nos ama tanto que quiso darnos vida nuevamente para que no sólo podamos conversar con Él, sino que pasar la eternidad en completo gozo y felicidad.

"Porque la voluntad de mi padre es que todo el que reconozca al Hijo y crea en él, tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final." (Juan 6:40 NVI)

Halloween es una fiesta que celebra la muerte. Todo se trata de fantasmas, calaveras, cementerios, hoces, zombies, sangre, etc. Son cosas completamente relacionadas con la muerte. Muchas personas se disfrazan para simular ser muertos que caminan sin saber, irónicamente, que así es como los ve Dios.

Nosotros en cambio, somos hijos de vida. Hemos sido resucitados junto a Jesús, para que Dios nos vea como hijos que viven, no como muertos que caminan. Celebrar una fiesta de muerte es absurdo para quien vive. Nuestra fiesta debe ser cada día.. porque todos los días vivimos para Dios.

"No formen yunta con los incrédulos. ¿Qué tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad? ¿Qué armonía tiene Cristo con el diablo? ¿Qué tiene en común un creyente con un incrédulo? ¿En qué concuerdan el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templo del Dios viviente. Como él ha dicho: 'Viviré con ellos y caminaré con ellos. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo'" (2 Corintios 6:14-16 NVI)



Sabemos que Dios tiene un enemigo: Satanás.

Sabemos que Satanás ha sido derrotado por Jesús, y que pronto será arrojado al infierno. Mientras tanto, Satanás trata de engañar a cuantos puede; incluso a los hijos de Dios de ser posible; para que así no sea el único arrojado al lago de fuego y azufre que le espera, sino que pueda llevarse a la mayor cantidad de personas con él.

Una de las principales estrategias de Satanás es disfrazar lo malo de bueno. Su modus operandi es éste: Hace parecer lo aborrecible y malvado como si fuera algo espectacular, divertido y bueno. De modo que muchas personas queriendo hacer algo divertido y bueno terminan haciendo cosas asquerosas que los alejan de Dios y sólo traen condenación sobre sí mismas.

"El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia." (Juan 10:10 NVI)

¿Quién de nosotros comería excremento? Si nos sirvieran un plato con excremento lo detectaríamos de inmediato por el olor y lo rechazaríamos con una expresión de asco.

Buscamos alimentos bajos en calorías, bajos en sodio, sin grasas trans ni preservantes químicos. Huímos de la comida chatarra y de todo lo que perjudica nuestro cuerpo. . . . ¿y qué hay de nuestra alma? ¿nos preocupamos de lo que estamos ingiriendo para alimentar nuestra alma?

Halloween es como un plato de excremento, condimentado con especias y salsas para disimular su olor y su aspecto, pero sigue siendo excremento. Y millones de personas se tragan ese excremento y piden más. Hacen una mueca de asco ante la comida chatarra, pero ingieren ese excremento llamado Halloween a grandes bocandas.

Todas las cosas promovidas por Halloween: la brujería, la hechicería, el espiritismo, el culto a la muerte, la extorsión (trato o truco), la oscuridad, son llamadas abominaciones. Celebrar esas cosas es como meter la cabeza en un basural y comenzar a comer lo que se encuentra ahí.

Halloween es la celebración de la enemistad con Dios, es celebrar y gozarse con todo lo que Dios aborrece. Un hijo de Dios no puede celebrar lo que Dios aborrece. Es ilógico, absurdo y contradictorio.




Nuestra fe es una fe práctica, que se demuestra mediante acciones. Si nuestras acciones son de muerte y oscuridad, entonces no tenemos fe en Dios. Si realmente tenemos nuestra fe en Dios, lo demostramos.

"Pues bien, muéstrame tu fe sin las obras y yo te mostraré la fe por mis obras." (Santiago 2:18 NVI)

Tenemos todo el año para comer dulces. Podemos disfrazarnos la veces que queramos. Podemos celebrar la vida cuantas veces queramos. Podemos compartir y reirnos cuanto queramos. . . ¿por qué celebrar una fiesta de muerte? ¿por qué comer excremento con ketchup?

jueves, 3 de octubre de 2013

El pecado: Un virus que se coló en la creación

NOTA: Este artículo es parte de un material de estudio para el grupo de pre adolescentes de la escuela dominical donde sirvo. Puede ser utilizado libremente mecionando el lugar de origen.


Mientras la evolución se esfuerza por explicar la diversidad de la vida en términos de mutaciones aleatorias y selección natural; cuando trata de utilizarse para explicar el comportamiento del ser humano muestra debilidades que de por si debieran ser suficientes para descartarla como una teoría válida.

El lenguaje evolutivo está lleno de términos ambiguos e imprecisos. Tomemos un ejemplo de wikipedia:
“La presencia de la regeneración en múltiples phyla animales así como la amplia presencia de la capacidad de regenerar el cuerpo completo en los linajes de metazoa basales, en varios phyla de lophotrochozoos y de deuterostomados nos llevan a pensar que el ancestro de los metazoos tenía una amplia capacidad de regeneración.1 La distribución filogenética de la regeneración también indica que esta capacidad se restringió y/o perdió en repetidos eventos. Existen varias hipótesis sobre el mantenimiento de la regeneración, la hipótesis adaptativa, la pleiotropía y la inercia filogenética.”  (fuente original)

Este lenguaje ambiguo es más característico de una doctrina filosófica que de una doctrina científica. No obstante, la teoría de la evolución de las especies por selección natural es aceptada y enseñada como una doctrina completamente científica, aún cuando su naturaleza no lo sea.

La ambigüedad característica de la evolución es utilizada astutamente para explicar características contradictorias en la naturaleza humana:

  • El ser humano es monógamo y fiel, de modo que el bebé cuenta con ambos progenitores para su cuidado y alimentación. Este rasgo surge en algún momento hace millones de años. Evolutivamente es ventajoso ya que asegura la conservación de la especie.
  • Los psicólogos evolucionistas aseguran que la promiscuidad es heredada de los antepasados cazadores-recolectores. La promiscuidad en el hombre aumenta la probabilidad de tener hijos, y por lo tanto, la aptitud evolutiva. La promiscuidad femenina es ventajosa porque las mujeres eligen a los padres para que sus hijos tengan los mejores genes.

Explicaciones similares se utilizan para explicar otros rasgos de la personalidad humana:

  • Generosidad y Egoísmo
  • Honestidad y Mentira
  • El cuidado al bebé y el aborto
  • La heterosexualidad y la homosexualidad.
  • Etc.

Cada una de estas características contradictorias son explicadas por la evolución como ventajosas para la “supervivencia del más apto”. Así, con tal de mantener la teoría viva; la evolución nos vuelve fieles a nuestra pareja como promiscuos y desinteresados por nuestros hijos. ¿extraño, no?

Si vemos las noticias, podemos llegar a pensar que una gran parte de la humanidad se ha vuelto loca. ¿Que ocurre? ¿Que nos lleva a tanta destrucción?

Un animal mata cuando tiene hambre. Quizá existan algunas excepciones. Pero un animal no destruye su entorno, ni contamina su ambiente, ni mata a sus semejantes por que si. Hay algo extraño en el comportamiento humano que no se explica simplemente con la teoría de la supervivencia del más fuerte.

Una madre que asesina a su bebé antes de nacer no es evolutivamente apta. Un hombre que insiste en intentar reproducirse con otro hombre no es evolutivamente apto. Un padre que abandona a su mujer y a sus hijos no es evolutivamente apto. Un hombre que asesina niños ajenos podría ser considerado “evolutivamente apto”, pero uno que asesina a sus propios hijos no. ¿que anda mal?

Cuando estudiamos a los seres vivos, nos damos cuenta que nuestras células se regeneran constantemente según su naturaleza. En teoría, debiésemos ser eternos ya que nuestro organismo (y el de plantas y animales) es capaz de auto-repararse y auto-construirse en base a las materias primas que se encuentran en la naturaleza.

¿Por que morimos?

Sabemos que hay un desgaste que provoca el envejecimiento. De hecho, en el extremo de nuestros cromosomas existen los llamados telómeros que actúan como un temporizador de la vida de la célula. Sabemos también de los radicales libres, la oxidación y una serie de factores que intervienen en el envejecimiento.

Sabemos más o menos cómo envejecemos, pero no sabemos por qué envejecemos. Pareciera como si viniésemos con una fecha de vencimiento que fue programada en nuestro ADN.

El ser humano posee un ansia de destrucción que no puede ser explicado en términos de azar y selección natural.

  • Destrucción del entorno
  • Destrucción de la naturaleza
  • Destrucción de sus congéneres
  • Destrucción de si mismo.
  • Al mismo tiempo que existe un impulso a la edificación, belleza y pacificación.

Y ese viejo e ignorado libro llamado la Biblia nos explica algunas cosas en términos simples, suficientes para entender la errática conducta humana.

  • La Biblia nos enseña que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, lo que explica nuestra creatividad, honestidad, altruismo, solidaridad, amor, apreciación por la belleza, ideales de justicia, etc.

“De hecho, cuando los gentiles, que no tienen la ley, cumplen por naturaleza lo que la ley exige, ellos son ley para sí mismos, aunque no tengan la ley. Estos muestran que llevan escrito en el corazón lo que la ley exige, como lo atestigua su conciencia, pues su propios pensamientos algunas veces los acusan y otras veces los excusan” (Romanos 2:14-15 NVI)

  • La Biblia nos enseña que algo entró a este mundo y alteró el orden de lo creado, trayendo muerte y destrucción a la creación de Dios.

“Dios el SEÑOR tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara, y le dio este mandamiento: 'Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas, ciertamente morirás.'” (Génesis 2:15-17 NVI)

“Por medio de un sólo hombre el pecado entró al mundo, y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron.” (Romanos 5:12 NVI)

  • La Biblia nos enseña que tenemos una fecha de vencimiento.

“Pero el SEÑOR dijo: 'Mi espíritu no permanecerá en el ser humano para siempre, porque no es más que un simple mortal; por eso vivirá solamente ciento veinte años'” (Génesis 6:3 NVI)

(Sabemos que hay personas que viven 80 años, otras 100 años. La persona más longeva vivió 122 años y 164 días. . . ¿interesante, no?)

  • La Biblia reconoce y menciona un factor cultural que determina nuestra conducta y la coloca por encima de la naturaleza destructiva.

“Por tanto nadie será justificado en presencia de Dios por hacer la obras que exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos conciencia del pecado (Romanos 3:20 NVI)

“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente” (Romanos 12:2 NVI)


  • La Biblia nos enseña que la naturaleza del hombre caído conduce a conductas auto destructivas y a la muerte.

“Se han llenado de toda clase de maldad, perversidad, avaricia y depravación. Están repletos de envidia, homicidios, disensiones, engaño y malicia. Son chismosos, calumniadores, enemigos de Dios, insolentes, soberbios y arrogantes; se ingenian maldades; se rebelan contra sus padres; son insensatos, desleales, insensibles, despiadados. Saben bien que, según el justo decreto de Dios, quienes practican tales cosas merecen la muerte; sin embargo, no sólo siguen practicándolas sino que incluso aprueban a quienes la practican.” (Romanos 1:29-31 NVI)

“Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor” (Romanos 6:23 NVI)

  • Cuando vemos a un joven aspirando humo tóxico y cancerígeno de un cigarro porque es “genial”.
  • Cuando vemos a un hombre asesinando a otro hombre para quitarle su sueldo.
  • Cuando vemos que niños mueren de hambre en un país, mientras en otro país los niños sufren de obesidad.
  • Cuando vemos a un dictador asesinando ya se de hambre o de balazos a su pueblo.
  • Cuando vemos a un hipócrita Barack Obama amenazando con guerra por 1500 gaseados, en pro de los derechos humanos; pero haciendo la vista gorda a 100.000 muertos por armas convencionales y por 300.000 abortados al año.
  • Cuando vemos a los accionistas de La Polar robando a sus clientes por medio de la usura.
  • Cuando vemos a una familia Luksic asquerosamente rica mientras sus trabajadores ganan sueldos miserables.
  • Cuando vemos a nuestras autoridades aceptando sobornos de empresarios.
  • Cuando vemos a senadores y diputados quebrantando las leyes que ellos mismos aprobaron.
  • Cuando vemos a los defensores de las ballenas marchando para asesinar a criaturas inocentes en el vientre de sus madres.
  • Cuando vemos a las empresas destruyendo el ambiente para no afectar sus utilidades.
  • Cuando vemos a supuestos “hombres de Dios” abusando de niños y/o robando a los fieles.

… entendemos que hay algo extraño en este mundo, como si un virus hubiera infectado el chip del ser humano y lo hubiese enloquecido al punto de no encontrar explicación lógica a la conducta errática y auto destructiva del hombre.

Eso... amigos míos, tiene un nombre. No es azar, ni necesidad, ni selección natural... se llama pecado.
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Actividades

1.- La destrucción de la obra de Dios.

  • Entregar a cada joven un poco de masa plasticina.
  • Pedirles que hagan alguna figura. No más de 5 minutos.
  • Luego pedir que la regalen a su compañero del lado.
  • Pedir que destruyan la obra de su compañero.
  • Tomar en cuenta las reacciones de quienes hicieron algo. Sobre todo las niñas.
  • Reflexión: Estamos destruyendo la creación de Dios. ¿como piensas que Dios se siente respecto a esto?
  • Reflexión: El regalo más precioso que Dios nos ha dado es nuestro cuerpo. No debemos destruirlo. El alcohol, las drogas, el sexo desenfrenado, la mala alimentación, el ir a exceso de velocidad... etc. Son acciones auto destructivas.

2.- La contaminación del pecado.

  • Llenar un recipiente grande y transparente con agua limpia (medio litro es suficiente).
  • Explicar que la creación en su origen era pura como el agua del recipiente.
  • Poner una gota de azul de metileno en el recipiente, explicando que el pecado entró al mundo.
  • Preguntar ¿sigue pura el agua?
  • Reflexión: Bastó un solo pecado (la desobediencia de Adán) para contaminar toda la creación.
  • Poner un poco más de azul de metileno en el agua. Mencionar un pecado por cada gota (mentir, robar, desobedecer, etc).
  • Agitar el líquido hasta que quede completamente oscuro.
  • Reflexión: Así somos nostros. Totalmente contaminados por el pecado.


NOTA: Si la situación lo amerita es un buen momento para introducir de forma simple el plan de salvación de Dios: Nuestro vaso de agua contaminada debemos entregárselo a Dios. ¿que hará Él? ¿que merecemos por nuestro pecados hechos a conciencia?... El plan de salvación es simple: Jesús se bebió el vaso de agua contaminada y en su lugar ofreció un vaso de agua pura a Dios. Dios lo acepta gustoso, como si fuera nuestro.

NOTA 2: No olvidar el principio de justicia de Dios. Aunque nos ama, es justo y no puede dejar su nuestro pecado sin castigo; va en contra de la ley que Él mismo estableció (Dios no es un diputado o senador). Por eso alguien debe pagar “los platos rotos”: Jesús.

martes, 24 de septiembre de 2013

A Dios no se le compra con diezmos

“No te reprendo por tus sacrificios ni por tus holocaustos, que siempre me ofreces. No necesito becerros de tu establo ni machos cabríos de tus apriscos, pues míos son los animales del bosque, y mío también el ganado de los cerros.” (Salmos 50:8-10 NVI)
Dios te ama y por esto te provee.
“Al SEÑOR tu Dios le pertenecen los cielos y lo más alto de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella. Sin embargo, él se encariño con sus antepasados y los amó; y a ti, que eres su descendencia, te eligió de entre todos los pueblos, como lo vemos hoy.” (Deuteronomio 10:14-15 NVI)
Si hoy el te está proveyendo y te ha dado más de lo que imaginaste. Si hoy eres un José sentado en la mesa del concejo del Faraón es simplemente porque te ama.

Muchos piensan que cuando diezman están haciendo una especie de transacción en la que compran la protección de Dios como si se tratase de Vito Corleone. Nada más alejado de la realidad. Nadie puede comprar favores de Dios, y menos con dinero.
“Porque el SEÑOR tu Dios es Dios de dioses y Señor de señores; él es el gran Dios, poderoso y terrible, que no actúa con parcialidad ni acepta sobornos.” (Deuteronomio 10:17 NVI)
No pienses que con tus diezmos y ofrendas estás comprando el favor de Dios. ¿Acaso piensas que Dios es una prostituta a la que compras con tu cochino dinero?

Si piensas que con tu dinerito puedes comprar el favor de Dios, hazte un favor a ti mismo y quémalo. Sí, leíste bien: quémalo. ¿Cómo te atreves a pensar con tu miserable dinero estás comprando el favor del que creó e universo completo? ¿acaso Él necesita tu dinero?
“Del SEÑOR es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuántos lo habitan; porque él la afirmó sobre los mares, la estableció sobre los ríos” (Salmos 24:1-2 NVI)
“Pues míos son los animales del bosque, y mío también el ganado de los cerros” (Salmos 50:10 NVI)
“Mía es la plata, y mío es el oro -afirma el SEÑOR Todopoderoso-.” (Hageo 2:8 NVI)
“Porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de él y para él.” (Colosenses 1:16 NVI)

Si Dios te ha dado, es porque te ama. Luego tu deber como cristiano, creado a la imagen y semejanza de Dios, es dar. Primero provee a tu familia. Luego provee para tu iglesia, luego provee para los necesitados. Dios te puso en este mundo para que seas el factor que equilibra la distribución de ingresos. Tu deber es ser generoso.
“El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.” (1 Timoteo 5:8 NVI)
“La religión pura y sin mancha delante de Dios es ésta: atender a los huérfanos y las viudas en sus aflicciones, y conservarse limpio de la corrupción del mundo.” (Santiago 1:27 NVI)
“Unos dan a manos llenas y reciben más de lo que dan; otros ni sus deudas pagan y acaban en la miseria.” (Proverbios 11:24 NVI)
“Servir al pobre es hacerle un préstamo al SEÑOR; Dios pagará esas buenas acciones” (Proverbios 19:17 NVI)
Hay personas que se quejan. “Es que a mi Dios no me está bendiciedo, el hermano tanto tiene un auto nuevo y yo sigo en transantiago”... ¡baboso! . . . primero agradece la bendición de tener una boca y poder utilizarla para decir estupideces. Y si piensas que haciendo la voluntad de Dios serás bendecido; comienza por lo siguiente:
“No codicies la casa de tu prójimo: No codicies su esposa, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada que le pertenezca.” (Exodo 20:17 NVI)
La mentalidad materialista occidental solo piensa en casas, autos y comodidad. Para justificar la codicia buscan en la Bilbia, y encuentran el siguiente pasaje. “Si cumples todos los preceptos y mandamientos que hoy te he dado, bendito serás en tu casa y bendito serás en el campo...” y luego dicen... “¡eureka!”, y torciendo la escritura dicen “vamos a diezmar para que seamos benditos en la casa y en el campo y Dios nos de un auto nuevo y una casa en el campo”.
“Porque los paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.” (Mateo 6:32-33 NVI)
En lugar de presentar a Dios nuestras necesidades, presentamos nuestra codicia y nuestra envidia.

Ese manipulado pasaje de la biblia hay que leerlo bien. Dice que si cumplimos TODOS los preceptos y mandamientos que nos ordena. . . . ahora me pregunto ¿quien ha cumplido todos los mandamientos?.
“Porque el que cumple con toda la ley pero falla en un solo punto ya es culpable de haberla quebrantado toda. Pues el que dijo 'No cometas adulterio', también dijo 'No mates'. Si no cometes adulterio, pero matas, ya has violado la ley.” (Santiago 2:10-11 NVI)
Por lo tanto nadie puede declarar que con sus acciones se está ganando el favor de Dios. Si Dios te ha puesto como un José en Egipto es llana y simplemente porque te ama, nada más. Eso se llama gracia y misericordia.


Si piensas que Dios no te ha dado lo suficiente en lo material, comienza por agradecer de corazón lo que tienes. Si tienes un auto que quema aceite y le explotan las bujías comienza por dar gracias por ese auto y luego, usando el cerebrito y las manos que Dios te dio... ¡trabaja!. Pide a Dios sabiduría para administrar tus bienes, sabiduría para ejercer bien tu trabajo y agradece cada segundo de tu vida.

Debemos entender que Dios nos da lo que necesitamos y no lo que codiciamos. No me cabe duda de que todos nosotros podemos llegar a ser un José en nuestro trabajo, pero debemos empezar desde el pozo profundo. Todo mérito es de Cristo. Si, es cierto que dios compensa al que da, pero primeramente Dios nos da porque nos ama, luego nosotros damos porque amamos.

"Si reparto entre los pobres, todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso." (1 Corintios 13:3)
"Cada uno debe dar según lo haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría." (2 Corintios 9:7 NVI)
Si das pensando recibir algo a cambio, si das esperando que Dios "multiplique tu ofrenda", entonces eres un idólatra. Asi de simple. Si das esperando que Dios te devuelva los billetes, estás actuando con avaricia, ya que lo haces por amor al dinero.

"Quien ama el dinero, de dinero no se sacia. Quien ama las riquezas nunca tiene suficiente. ¡También esto es absurdo!" (Eclesiastés 5:10 NVI)
"Manténganse libres del amor al dinero, y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: 'Nunca te dejaré; jamás te abandonaré.'" (Hebreos 13:5 NVI)
"Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores." (1 Timoteo 6:10 NVI) 

lunes, 23 de septiembre de 2013

¿Qué es la idolatría?

De alguna forma sabemos que la idolatría es un pecado, que no está bien, pero muchas veces no tenemos claro de que se trata precisamente la idolatría.

Generalmente asociamos idolatría con la veneración y/o adoración de imágenes (santos, vírgenes, crucifijos, etc), asociándolo al segundo mandamiento.
“No te hagas ningún ídolo, ni nada que guarde semejanza con lo que hay arriba en el cielo, ni con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni los adores. Yo, el SEÑOR tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación. Por el contrario, cuando me aman y cumplen mis mandamientos, les muestro mi amor por mil generaciones.” (Éxodo 20:4-6 NVI)
Cuando leemos el Antiguo Testamento, nos damos cuenta de que existe una lucha continua contra la idolatría. Una y otra vez, el pueblo de Israel volvía a los ídolos y se alejaba de ellos, mostrándonos que la tendencia natural del ser humano es hacia la idolatría.

Sabemos entonces que la idolatría tiende a manifestarse en la adoración de objetos, pero tiene una raíz mucho más profunda.

La idolatría siempre implica violencia. Cuando a un idólatra se le ataca o derriba el ídolo, tiende a actuar en forma violenta. Por ejemplo, tomemos el momento en que Gedeón destruyó el altar de Baal.
“Gedeón llevó a diez de sus siervos e hizo lo que el SEÑOR le había ordenado. Pero en lugar de hacerlo de día lo hizo de noche, pues tenía miedo de su familia y de los hombres de la ciudad. 
 Cuando los hombres de la ciudad se levantaron por la mañana, vieron que el altar de Baal estaba destruido, que el poste de la imagen de la diosa Aserá estaba cortado, y que el segundo toro había sido sacrificado sobre el altar recién construido. 
Entonces se preguntaron el uno al otro: '¿Quién habrá hecho esto?' Luego de investigar cuidadosamente llegaron a la conclusión: 'Gedeón, hijo de Joás lo hizo'. Entonces los hombres de la ciudad le exigieron a Joás: 
-Saca a tu hijo, pues debe morir, porque destruyó el altar de Baal y derribó la imagen de Aserá que estaba junto a él.” (Jueces 6:28-30 NVI)
Si piensas que esto ocurría sólo en tiempos antiguos o que se trata solamente de “fanatismo religioso”, observa el comportamiento de los hinchas en un partido de fútbol. De hecho nadie es lo suficientemente estúpido como para quemar una camiseta del equipo contrario sabiendo que no se encuentra a salvo de la barra rival.

Tal como leemos en la historia de Gedeón, sabemos que el idólatra tiene la tendencia a defender a su ídolo, con violencia si es necesario. Es notable como Joás enfrentó este hecho:
“Pero Joás le respondió a todos los que lo amenazaban: 
-¿Acaso van ustedes a defender a Baal? ¿Creen que lo van a salvar? ¡Cualquiera que defienda a Baal, que muera antes del amanecer! Si de veras Baal es un dios, debe poder defenderse de quien destruya su altar” (Jueces 6:31 NVI, énfasis añadido)
El ser humano fue creado para adorar. El ser humano tiene la necesidad implícita de adorar. Esa necesidad de adorar, se experimenta como un vacío en el corazón, el cual desesperadamente trata de llenar.

Debido a la entrada del pecado al mundo, el ser humano no tiene conocimiento de Dios. Aún cuando en su subconsciente tiene la noción de Dios y de alguna forma sabe que ha sido creado y que debe buscar a su creador, existe una barrera consiente, cultural, inducida e incluso muchas veces orgullosa en la cual se escuda para no adorar a Dios.

Cuando el hombre no adora a Dios, buscará llenar ese vacío con cualquier cosa, por absurda que esta parezca, tal como espléndidamente dijo el profeta Isaías:
“El herrero toma una herramienta, y con ella trabaja sobre las brasas; con martillo moldea un ídolo, con la fuerza de su brazo lo forja. Siente hambre, y pierde las fuerzas; no bebe agua, y desfallece.

El carpintero mide con un cordel, hace un boceto con un estilete, lo trabaja con el escoplo y lo traza con el compás. Le da forma humana; le imprime la belleza de un ser humano, para que habite en un santuario.

Derriba los cedros, y escoge un ciprés o un roble, y lo deja crecer entre los árboles del bosque; o planta un pino, que la lluvia hace crecer.
Al hombre le sirve de combustible, y toma una parte para calentarse; enciende un fuego y hornea un pan. Pero también labra un dios y lo adora; hace un ídolo y se postra ante él.
La mitad de la madera la quema en el fuego, sobre esa mitad prepara su comida; asa la carne y se sacia. También se calienta y dice: '¡Ah! Ya voy entrando en calor, mientras contemplo las llamas.'
Con el resto hace un dios, un ídolo; se postra ante él y lo adora. Y suplicante le dice: 'Sálvame, pues tu eres mi dios.'
No saben nada, no entienden nada; sus ojos están velados, y no ven; su mente está cerrada, y no entienden. Les falta conocimiento y entendimiento; no se ponen a pensar ni a decir: 'Usé la mitad para combustible; incluso horneé pan sobre las brasas, asé carne y la comí. ¿Y haré algo abominable con lo que queda? ¿Me postraré ante un pedazo de  madera?'
Se alimentan de cenizas, se dejan engañar por su iluso corazón, no pueden salvarse a sí mismos, ni decir: '¡Lo que tengo a mi diestra es una  mentira!'” (Isaías 44:12-20 NVI)
Hay algo en la conducta del idólatra que me intriga: Aunque se derribe al ídolo, lo volverá a levantar. Si el ídolo es destruido, encontrará un reemplazo. Hay algo en el idólatra que va más allá del objeto. La respuesta está en el libro de Ezequiel:
“Hijo de hombre, estas personas han hecho de su corazón un altar de ídolos malolientes, y a su paso han colocado trampas que los hacen pecar.” (Ezequiel 14:3 NVI)
Tiempo atrás leí un artículo de prensa en el que se explicaba que se había descubierto en los fan boys de Apple que al observar fotografías con los productos de esta marca, se activaban en su cerebro las mismas regiones que están relacionadas con el comportamiento religioso. Es decir, que tanto la adoración de imágenes de santos o vírgenes como el ser fan boy de una marca como Apple (aunque puede ser cualquier otra) está relacionado a la misma zona cerebral. Impresionante, porque concuerda exactamente con lo que dice la Biblia.

Ya sea que se trate de un smartphone, una computadora, un automóvil, una moto, una imagen de San Guchito o de la Virgen de Cachabombo, un líder político, un líder espiritual, un músico, una página web, un telepredicador, una marca de zapatillas, el dinero, uno mismo o cualquier cosa creada; la idolatría reside en la profundidad de la mente del idólatra, en su corazón.

La idolatría es lejos una de las acciones humanas más aborrecidas por Dios. No sólo por el absurdo de la actitud en sí, sino porque coloca a objetos en el lugar que debiera estar ocupado exclusivamente por Dios. Más grave es aún cuando alguien que conoce a Dios se vuelve a la idolatría.
“Porque pueden estar seguros de que nadie que sea avaro (es decir, idólatra), inmoral o impuro tendrá herencia en el reino de Cristo y de Dios” (Efesios 5:5 NVI)
“Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican artes mágicas, los idólatras y todos los mentirosos recibirán como herencia el lago de fuego y azufre. Ésta es la segunda muerte.” (Apocalipsis 21:8 NVI)
La idolatría entorpece al hombre, desordenando las prioridades, desvía el foco de nuestro amor a Dios hacia un objeto inerte, nos hace perder la cordura al obligarnos a mantener un absurdo, nos hace caer en una espiral de autodestrucción al hacernos perder la referencia de lo bueno y lo malo en las leyes de Dios, nos llena de violencia y destruye el amor y la compasión por el prójimo.

Si decidimos entregar nuestro corazón a Jesús, Dios mismo nos ofrece la solución:
“Yo les daré un corazón íntegro, y pondré en ellos un espíritu renovado. Les arrancaré el corazón de piedra que ahora tienen, y pondré en ellos un corazón de carne, para que cumplan mis decretos y pongan en práctica mis leyes. Entonces ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.” (Ezequiel 11:19 NVI, énfasis añadido)
El proceso es doloroso, a nadie le gusta que le arranquen el corazón ni le derriben sus ídolos. Pero el resultado vale la pena. Dios nos promete una vida nueva, abundante y eterna:
“¡Aquí, entre los seres humanos está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, no lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir” (Apocalipsis 21:3-4 NVI) 
En síntesis, la idolatría es una actitud mental, que está mas allá del objeto de adoración. Aunque el objeto desaparezca, la idolatría seguirá ahí, en esa zona específica del cerebro y tarde o temprano el objeto de adoración será reemplazado por otro. Nada se obtiene destruyendo al ídolo, tal como lo demuestra el Antiguo Testamento, sino que es necesario cambiar el corazón, de forma que esa área del cerebro específicamente creada para adorar cumpla la función para la que fue diseñada.

La única forma de lograr esto es entregando el corazón a Jesús, de forma voluntaria y consiente, ya que él ha derramado su sangre con el propósito de limpiarnos y hacernos nuevos, restituyendo nuestra mente y actitud desde dentro en un acto de amor total que nos limpia, purifica, restituye y nos prepara para una eternidad de felicidad.